
ASSUR
Francisco
Narla
Editorial Temas de Hoy
Colección Novela Histórica
© Ediciones Planeta Madrid S.A., 2012
© Francisco
Narla, 2012
1ª Edición, junio de 2012
ISBN: 9788499981314
951 Páginas
Año del Señor 968. Atraídos por las riquezas de los reinos cristianos de la península ibérica, una flota de terribles guerreros nórdicos amenaza la floreciente Compostela , baluarte de la Iglesia y la corona. A su paso solo queda desolación. Y a medida que remontan los ríos con sus rápidos drekar, buscando su presa, tras ellos dejan aldeas devastadas y cenizas humeantes. Como Outeiro, el pequeño pueblo en el que vive Assur, un muchacho al que, después de la trágica muerte de sus padres, no le queda otra opción que refugiarse en la esperanza de reencontrar a sus hermanos, capturados por los terribles invasores.
Gutier de León, infanzón del conde Gonzalo Sánchez, se cruza en el camino del joven y lo acoge bajo su tutela. Así conoce a Jesse ben Benjamín, un bondadoso médico judío, y a Weland, un mercenario normando al servicio de los cristianos. Junto a ellos, Assur aprende todo lo necesario para encarar su destino: adquiere conocimientos de la ciencia de su tiempo y se adentra en el arte de la guerra. Sin embargo, cuando intenta rescatar a su hermano, en la gran batalla que se libra en el estrecho de Adóbrica contra los invasores norteños, es apresado y arrastrado hasta las heladas tierras de sus enemigos, donde tendrá que hacer uso de toda su voluntad y coraje para conseguir escapar.
Como esclavo fugado, Assur sobrevivirá convertido en ballenero, y la fortuna lo esquivará hasta que, como recompensa a una increíble hazaña, consigue enrolarse a bordo del navío que capitanea el renombrado Leif Eiriksson, hijo del fundador de las colonias de Groenland. Junto a él, Assur viajará hasta Vinland, la desconocida tierra de poniente, y habrá de sobrevivir a los más inesperados peligros. Assur será traicionado, sufrirá los más crudos inviernos, luchará por el amor de una mujer, se enfrentará a enemigos desconocidos, y buscará incansablemente a sus hermanos desaparecidos, pero, por encima de todo, mantendrá viva una única esperanza: el regreso. (Sinopsis editorial)
A pocas horas de que acabe
el año publico la que será mi última entrada de 2012 con la reseña
de Assur, de Francisco Narla, como parte del reto histórico
propuesto por Laky en su blog Libros que hay
que leer. No me ha resultado fácil hacerlo ya que virus y
bacterias de todo tipo han decidido instalarse este mes de diciembre en mi casa
y estamos todos un poco tocados, de manera que pido disculpas por adelantado si
esta reseña no contiene el exhaustivo análisis que el libro se merece. Me gusta mucho la novela histórica, soy curiosa por naturaleza y este género
siempre tiene un hueco en mi estantería porque es una forma muy entretenida de
aprender de nuestro pasado, de manera que cuando supe del lanzamiento de Assur me fijé en la novela, entre otras cosas, y a
sabiendas de que puede resultar ridículo, porque me llamaron la atención su
título breve y conciso y su portada (esa figura humana de espaldas junto a un
lobo en un paraje tan inhóspito y frío se me quedó grabada en la retina),
bastante alejada de las habituales en novela histórica que parecen todas salidas
del mismo molde.
Assur es una gran
novela, no solo por su extensión (tiene casi mil páginas) sino porque es una
novela de gran envergadura y que se me antoja muy compleja de escribir al
conjugar personajes históricos de la más diversa índole y al tener su
desarrollo en lugares geográficos igualmente dispares. Es además original en
cuanto que se aparta de las temáticas más recurrentes del género para
adentrarnos en una época mucho menos desarrollada y bastante menos conocida
para el gran público lector como es la de las incursiones de los terribles Hombres o Demonios del Norte (Vikingos)
en la península ibérica en busca de fortuna en la época de la Reconquista. Francisco Narla, a pesar de su juventud, es un hombre muy polifacético (no hay
más que ver la biografía que ofrece el libro) y me atrevería a decir también
que muy culto, y eso se nota en la
novela. Su conocimiento
de la lengua castellana es vastísimo y me he encontrado con multitud de
palabras cuyo significado desconocía y muchas otras que había olvidado por
completo.
El estilo de la novela es tremendamente visual y plástico, y como ya he
comentado antes, sumamente descriptivo tanto en la recreación de ambientes como
en lo que respecta a la descripción de costumbres, técnicas bélicas, de
navegación o agricultura, efectos climáticos o la propia flora. Tal profusión
de detalles consigue transportar al lector y muchas veces es un verdadero
deleite, sin embargo en mi caso, a veces han supuesto un obstáculo que ha
ralentizado el ritmo de la lectura, y la agilidad se ha visto mermada en pro de
tantas descripciones. A este respecto he echado en falta un poco de más acción,
que pasaran más cosas; en definitiva menos pormenorización en detalles
descriptivos y más aventuras.
Los personajes de la novela, ya sean reales o ficticios, son fáciles de
identificar incluso para el lector menos atento. Esto quiere decir ni más ni
menos que están perfectamente retratados; otra cosa es que unos gusten más que
otros o que algunos resulten algo estereotipados, pero su desarrollo es
tremendamente adecuado para no generar confusión en el lector. Y si bien Assur
es el gran protagonista, no es precisamente el que a mí más me ha llegado y yo
misma he sido la primera sorprendida de que haya sido Furco, el lobo, ya que lo
normal es que nos lleguen más los personajes humanos, pero me ha resultado tan
fascinante el desarrollo literario que el autor le confiere al animal que a mis
ojos ha resultado entrañable y se alza como uno de los rasgos más poderosos de
la novela, una especie de sello personal que la aleja de otras de su misma
línea. Podría extenderme en detalles respecto a Furco pero ni pretendo aburrir
a las ovejas ni los problemas víricos me permiten extenderme en demasía, de
hecho, terminé el libro hace varios días y solo a ratitos he podido ir sentándome
frente al ordenador a escribir esta reseña. Tan solo añadiré acerca de Furco
que hasta la lectura de Assur cuando
pensaba en la cara más amable de los lobos me venía a la
mente Colmillo Blanco, el
protagonista de la película del mismo nombre; de ahora en adelante también
Furco ocupará un lugar en mi memoria, no me cabe duda.
De la mano de Assur nos adentraremos por tanto en lugares tan dispares como
Santiago de Compostela, Barcelona, Islandia, Groenlandia, Noruega o Canadá a
través de un viaje en el tiempo perfectamente recreado y que nos llevará a
conocer en profundidad personajes tan apasionantes como el mismísimo Eirik el
Rojo, y más de un lector se llevará alguna sorpresa al descubrir que algunos
hechos históricos que se daban por sentados no eran tales, con lo que además de
entretener, la novela cumple con creces las expectativas del lector que busca
saber más sobre los temas que aborda. Me gustan las novelas que despiertan mi
curiosidad durante o tras la lectura, que me incitan a saber más, a buscar más
información, y Assur pertenece a
ese grupo.
Francisco Narla recrea con
mucho tino la vida y las costumbres del Norte de Europa de la época a través de
una narración extremadamente detallada y descriptiva, y por encima de todo,
excelentemente documentada. No hace falta ser un experto para darse cuenta del
riguroso ejercicio de investigación y documentación del que hace gala la novela.
Y no son pocos los ejemplos de esa minuciosa
documentación: el uso de la terminología nórdica, el profundo conocimiento de
las costumbres de la época -tanto de las nuestras como de las de los países por
los que nos lleva la historia-, el detallado y pormenorizado retrato de las
técnicas de navegación (los pasajes en los que nos narra la caza de las
ballenas son fiel prueba de ello)… Y como es habitual en la novela histórica, el
autor explica en una nota final las posibles licencias históricas que se ha
tomado en aras de la narración para satisfacer así las dudas de los lectores
más curiosos en un ejercicio además de gran humildad, ya que pide disculpas por
los posibles errores en los que haya podido incurrir.
Quisiera acabar esta reseña
dando las gracias a Espe (Taberna Libraria) por haberme dado con su reseña el
empujón final que necesitaba para acercarme a esta novela, y a Laky por
organizar este reto histórico que cumplo a duras penas con solo una novela,
pero con la satisfacción de que es de las que valen por dos, y no solo por su
número de páginas.
¡Hasta el año que viene!