jueves, 8 de diciembre de 2011

Que digo yo que alguno caerá...

Hace ya más de una semana que tengo pendiente publicar la reseña del último libro que leí, y en lugar de ponerme con ello, aquí estoy, escribiendo entradas de más sorteos, y es que, la carne es débil, y aunque no estoy teniendo mucha suerte que digamos en los sorteos a los que me apunto, digo yo, pues eso, que algún día alguno caerá. Así que os informo someramente de los últimos concursos a los que me he apuntado y os invito a los que no lo habéis hecho aún, a animaros a participar.


Sorteo 'El bolígrafo de gel verde' firmado por su autor, Eloy Moreno


¿Dónde?: En el blog Carmen y amig@s

¿Hasta cuándo?: Hasta el 18 de diciembre.

Bases aquí:





Sorteo de tres ejemplares de “Descansen en paz”, de Carmen Baena


¿Dónde?: En el blog Kayena: Negro sobre blanco

¿Hasta cuándo?: El resultado se desvelará el 30 de diciembre.

Bases aquí:












Sorteo "Aromas de la India"


¿Dónde?: En el blog El desván de los sueños

¿Hasta cuándo?: Hasta el 14 de diciembre

Bases aquí:












Os deseo mucha suerte a todos los que decidáis participar.

Hasta pronto.

                                                        CERRADO

lunes, 28 de noviembre de 2011

SORTEO INTERNACIONAL

Estos chicos están imparables. Libros que voy leyendo ha atravesado el umbral de las 100.000 visitas, sí, sí, que no me he equivocado en los ceros.

Y quieren dar las gracias organizando un concurso internacional, sorteando una novela negra nórdica muy actual, "Hielo y Cenizas" de Inger Wolf y una novela policíaca diferente y especial, con pinceladas sobrenaturales, "El reino de los huesos" de Stephen Gallagher.

El único requisito obligatorio para participar en el sorteo es ser seguidor del blog. Fácil, ¿no? y rellenar el formulario de participación que encontraréis en su página.

Si queréis aumentar vuestras posibilidades de ganar los libros, consiguiendo puntos extra, podéis consultar las Bases aquí: http://www.librosquevoyleyendo.com/2011/01/sorteo-internacional-100000-visitas.html


Tenéis de plazo hasta el 12 de diciembre.

¡Mucha suerte a todos!

jueves, 24 de noviembre de 2011

TODO LO QUE MUERE


TODO LO QUE MUERE
John Connolly
 
Tusquets editores (2004)
ISBN 978-84-8310-261-9
432 páginas
 
Una noche, Charlie «Bird» Parker, inspector del Departamento de Policía de Nueva York, discute por enésima vez con su mujer y sale a tomar unas copas; cuando vuelve a casa, se encuentra a su mujer y a su hija de tres años salvajemente asesinadas. Entre los sospechosos figura el propio Parker, pero el crimen no podrá resolverse. Incapaz de superar los sentimientos de culpabilidad y expulsado del cuerpo de policía, Parker se convierte en un hombre atormentado, violento y deseoso de venganza. Cuando su ex jefe le pide ayuda para resolver el caso de una joven desaparecida, Parker acepta y se embarca en una investigación que le llevará hasta el sur de Estados Unidos, donde se las verá con el crimen organizado, con una extraña anciana que dice oír voces de ultratumba y con el «Viajero», un despiadado asesino en serie... (SINOPSIS EDITORIAL)

 
Hace tiempo que tenía ganas de formar parte de alguna lectura conjunta ya que nunca había participado en ninguna y era algo que me apetecía probar; y hace tiempo que quería leer a John Connolly, a quien descubrí por primera vez al ver su nombre en las librerías junto al de Michael Connelly, autor que me gusta desde hace años. La primera vez que lo vi me pregunté si tendrían algún parentesco, los dos juntitos en los estantes de la novela negra, el apellido..., y no fue hasta más tarde cuando me di cuenta de que el apellido no era el mismo, sólo parecido. Aun así, su nombre y el de sus novelas ya se habían grabado en mi memoria. Luego, más tarde, empecé a leer opiniones de sus libros y pasó definitivamente a mi lista de lecturas pendientes. Así que cuando vi que Bookworm (Bitácora de mis lecturas) organizó una lectura conjunta del primer libro de la saga de Charlie Parker, no lo dudé y me apunté, cumpliendo así ambos deseos a la vez.


Todo lo que muere es una auténtica novela negra. Os parecerá obvio, ¿no? Pues lo especifico porque, como ya habéis apuntado algunos en vuestras reseñas, tendemos a encuadrar dentro de este género todo libro donde haya un muerto, un policía o un detective, y aunque un libro se debe medir por su calidad y no por su género, creo que en este caso es importante hacer la distinción, ya que de lo contrario, algún lector que ande buscando un poco de suspense al estilo de otras novelas muy de moda últimamente (de las que yo también soy lectora y además me gustan), se dará de bruces con una novela dura, brutal, explícita en descripciones y que no ahorra en detalles por más escabrosos que estos sean (aunque tranquilos, que no hay casquería fina) con la posible consecuencia de hacerle aborrecer erróneamente la novela negra.

Porque en Todo lo que muere, haciendo honor a su título, no se salva ni el gato.

Todos los detectives novelescos suelen tener un punto oscuro o gris en sus vidas. No voy a hacer comparaciones para no aburrir, pero es uno de los tópicos del género y Charlie Parker, para no ser menos, no escapa a ese cliché. Expolicía metido a investigador privado, exalcohólico, con la muerte de su esposa e hija a sus espaldas...
 
Sin embargo Charlie Parker está provisto de una característica que sí lo hace del todo diferente de sus colegas de género, y es que en la novela hay unas pinceladas, aunque bastante solapadas, de tintes sobrenaturales. Por lo que he leído, en las siguientes novelas de la saga, al parecer el carácter sobrenatural está más presente que en Todo lo que muere. Sin embargo esto no debe llevar a error a los amantes del género negro más puro, pues en el libro se llega a la resolución de los casos como consecuencia de la necesaria investigación policial y no de resultas de fenómenos paranormales.

La trama tampoco se libera de los clichés al recurrir al socorrido asesino en serie y es que ese psicópata típico de las películas americanas tampoco escapa a Todo lo que muere. A mí personalmente no me ha importado pese a estar muy visto, porque la trama está bien construida. Como además de la lectura, el cine es otra de mis pasiones, por momentos mientras leía el libro, me venían a la cabeza imágenes de Seven o Resurrección. (Si habéis podido resistir esas películas hasta el final, podréis aguantar la lectura del libro en lo tocante a sus explícitas descripciones.)

Pero no sólo me han venido a la mente esas películas mientras leía el libro, también me han venido clásicos como El padrino o alguna película de Tarantino. La primera en lo tocante al mundo de la mafia, fielmente retratado en el libro, y Tarantino porque en este libro hay mucha, muchísima acción. Que durante la lectura del libro me haya acordado de tantas, lo achaco a que Todo lo que muere podría servir perfectamente de base para un guión cinematográfico porque creo que tiene todos los ingredientes necesarios para ello.

No todo es acción en el libro, también hay sentimientos, disquisiciones sobre el bien y el mal, y pese a que en algunos momentos puedan llegar a aburrir, las he visto necesarias. Hay que tener en cuenta que se trata de un hombre que pierde a su familia mediante el crimen más brutal que uno pueda imaginarse y todo mientras el protagonista se encuentra emborrachándose en un bar. Lógicamente una cosa así no tiene más remedio que influir en su personalidad, de lo contrario el personaje no sería creíble. Por tanto las dudas de Parker, sus miedos, sus sentimientos de culpa, sus ansias de venganza, su lengua ácida e irónica presente en toda la novela al estar narrada en primera persona, conforman al personaje haciéndolo real y convirtiendo sus actos en coherentes con su situación personal, incluso cuando traspasan el marco de la legalidad.

"Windgate no sería capaz de elaborar siquiera el perfil de un pedo. Era un cabrón hipócrita y paternalista, pero era a su vez hermano del comisario, y eso lo convertía en un cabrón hipócrita y paternalista con influencias". (pág.:32)

A diferencia de otras novelas negras en Todo lo que muere no he encontrado una crítica social explícita, hay algo, pero está bastante enmascarado por la fuerza de la trama, hecho que por ejemplo sí está muy presente en las novelas de Henning Mankell o Stieg Larsson, y es que aquí la acción es la protagonista absoluta.

La lectura del libro no se me ha hecho sin embargo regular, he tenido algunos altibajos y es que, pese a comenzar de forma impactante (nada nuevo por otro lado, y menos en este tipo de libros) enganchándote irremediablemente, luego hay momentos en los que el interés decae para resurgir nuevamente pasadas unas páginas. Lo achaco principalmente al exceso de personajes. Y es que Connolly nos tenía preparada una sorpresa en el libro, una historia dentro de otra, pero no una historia cualquiera, sino una que podría muy bien haber dado lugar a un libro diferente porque no está puesta para rellenar páginas sino que está perfectamente delineada, con entramado propio y desenlace independiente. Dos tramas tan complejas y con tanta cantidad de personajes impiden que el ritmo de la lectura sea uniforme. Connolly es un maestro creando historias, lo demuestra en este libro, pero el resultado es un arma de doble filo pues no terminas de acostumbrarte a unos personajes cuando te encuentras con otros.

Este ha sido sin duda el obstáculo más grande que yo he encontrado en el libro hasta el punto de perder el hilo y tener que retroceder en alguna ocasión para recordar de quién se estaba hablando, por lo que considero que Todo lo que muere es una novela que requiere la concentración del lector porque la trama compleja y la cantidad de personajes así lo exigen. No es un libro que se pueda leer cuando uno tenga un ratito libre porque no se nos da masticado, uno tiene que poner de su parte o se perderá inevitablemente.


Había leído en alguna de vuestras reseñas que el final era buenísimo y no puedo estar más conforme. Todo lo que muere termina de una forma más que destacable, sin dejar nada inconcluso y aunque para algunos el desenlace pudiera ser predecible, es la forma como se produce y no el quién lo que quita el hipo. Las últimas páginas se vuelven grandiosas.

Que si volveré a leer a John Connolly. Por supuesto. Qué duda cabe.

John Connolly es irlandés.
Todo lo que muere fue su primera novela. Estuvo nominada al premio Bram Stoker y ganó el Premio Shamus (1999) a la mejor primera novela.
Connolly ha publicado hasta 2010 otras siete novelas protagonizadas por Charlie Parker, además de otras novelas fuera de esta serie.

lunes, 7 de noviembre de 2011

SORTEO INTERNACIONAL

Otra más de sorteos.

Esta vez, gracias a Carmen, del blog Carmen y amig@s.

Se trata del libro Nieve en otoño, de Irène Némirovsky.

El sorteo es INTERNACIONAL y los pasos a seguir son muy sencillos.
Los únicos requisitos obligatorios son:

1.- Ser seguidor del blog Carmen y amig@s.

2.- Dejar un comentario (si no lo habéis hecho todavía) en la reseña de Nieve en otoño del blog de Carmen (merece la pena leerla).

3.- Dejar un comentario en la entrada del sorteo especificando que quieres participar.
Luego están los requisitos opcionales para los que queráis obtener más puntos y tener así más posibilidades de que os toque el libro, como poner el banner o hacer una entrada (lo que estoy haciendo yo, vamos).



El plazo de participación comienza hoy, 7 de noviembre y termina el 27 de noviembre.
El día 29 Carmen publicará en su blog una entrada con la lista de participantes y el 30 de noviembre sabremos el nombre del ganador/a. El sorteo se realizará a través de Random.org.

Os aseguro que Irène Némirovsky no os va a dejar indiferentes. Es una mujer con una vida interesantísima y merece la pena conocer su obra y su vida.

Espero que os apuntéis y que tengáis todos mucha suerte.


Besos



                                                                            CONCURSO CERRADO

domingo, 6 de noviembre de 2011

SORTEO 600 SEGUIDORES

Lourdes y Edu están de celebración. Y no es para menos. Su blog, Libros que voy leyendo, ha alcanzado la increíble cifra de ¡600 seguidores!

Y para agradedecer tan enorme participación han decidido organizar un sorteo.

El regalo consiste en dos estupendos libros: "Habitaciones cerradas" de Care Santos (madre mía, qué ganas le tengo a este libro) y “En la soledad del faro” de Francisco García Martínez, libros que, por si fuera poco, ¡estarán dedicados a los ganadores por sus autores!


El único requisito obligatorio para participar en el sorteo es ser seguidor de su blog. Ahí encontraréis un formulario para participar y las bases del sorteo.



¡Daos prisa! El plazo finaliza el 28 de Noviembre de 2011 a las 23:59 horas.


Yo ya me he apuntado.

¿A qué estás esperando tú?

Besos a todos y mucha suerte.



                                                 CONCURSO CERRADO

AND THE WINNER IS...




Antes que nada quiero daros las gracias a todos por vuestra participación. Habéis sido un total de 39 participantes, muchos más de los que imaginé el día que organicé el sorteo, gracias al cual he conocido muchos blogs y estoy encantada, al fin y al cabo era lo que pretendía.

Dicho lo cual...


                                      THE WINNER IS...




     ...por tanto, el ganador del superlibro de Paul Harper, PERTURBADO, ha sido el número  23, que corresponde a...





 
                      ????????????????????


Athenna

¡¡¡ENHORABUENA!!!


Por favor, mándame todos tus datos a: dewinter.negrosobreblanco@gmail.com para que te envíe el libro cuanto antes.


Y al resto, muchísimas gracias por participar en este sorteo.

Pero, sobre todo, gracias por seguir aquí.

¡¡MUCHOS BESOS!!


domingo, 30 de octubre de 2011

Lectura conjunta y Sorteo

A escasas horas para el final del plazo, he sucumbido a la tentación y me he apuntado al sorteo del libro El sabor de las pepitas de manzana, de Kathanira Hagena, objeto a su vez, de la primera lectura conjunta organizada en el blog Carmen y ami@s.

 
Es un libro del que hasta hace apenas unos días no sabía ni de su existencia, pero ahora que no paro de ver entradas vuestras anunciando la lectura y el libro reconozco que me han entrado ganas de leerlo. Supongo que El jardín olvidado que estoy a puntitito de terminar, también ha tenido algo que ver, y es que ya que el final se acerca, me ha parecido ver por vuestras palabras ciertas similitudes con El sabor de las pepitas de manzana y he creído que podría muy bien disfrutar de su lectura. Y así es que me veo, a poco de acabar el plazo para apuntarse, escribiendo esta entrada.

Carmen sortea 4 ejemplares del libro, así que hay más posibilidades de que nos toque alguno.

Los requisitos para apuntarse los tenéis en el siguiente enlace: Lectura conjunta y sorteo
 
Mis razones para apuntarme ya las sabéis.

¿Cuáles son las vuestras?

Todavía estáis a tiempo.

                                                             

sábado, 29 de octubre de 2011

LECTURA CONJUNTA Y SORTEO

 
En el blog Libros que hay que leer y gracias a la generosidad de la editorial Martínez Roca, que regala 10 ejemplares, ni más ni menos, del libro "Colgado en tus manos", de Cleare Seeber, Laky ha puesto en marcha su tercera Lectura conjunta.
 
Si os apetece leer este trepidante thriller y encima ganar el libro, sólo tenéis que seguir los pasos que encontraréis en el siguiente enlace: Lectura conjunta y sorteo
 
 


Tenéis de plazo hasta el día 8 de noviembre.

¿Os animáis?
 

sábado, 22 de octubre de 2011

UN ASESINATO PIADOSO



UN ASESINATO PIADOSO
J. M. Guelbenzu
 
Alfaguara, 2008
384 Páginas
ISBN 9788420474403


 
 
A José María Guelbenzu lo conocía por las críticas literarias que escribe en el suplemento cultural Babelia del periódico "El País", donde colabora habitualmente, pero lo desconocía en absoluto como novelista, no el hecho de que lo fuera, sino el cómo lo hacía.

Guelbenzu sorprendió a propios y extraños cuando en 2001 publicó No acosen al asesino, apartándose de su trayectoria narrativa habitual para cumplir así un sueño de su juventud: escribir una novela policiaca.

No es en el género policiaco donde más reconocimiento y premios ha obtenido J. M. Guelbenzu (a excepción de El hermano pequeño, que fue galardonado con el premio Torrente Ballester en 2010) sino en otra serie de libros (El río de la luna, La tierra prometida...) que algunos llamarían de más altura intelectual o de mayor profundidad, pero dado que yo soy amante del género policiaco, cuando a principios de este verano vi en las librerías El hermano pequeño, no lo dudé y me hice con él para mis lecturas veraniegas.

Y fue así como descubrí a una juez, Mariana de Marco, protagonista de la novela y de una saga de la que precisamente El hermano pequeño era la quinta y a la vez última novela publicada. Empecé la saga por lo tanto por el final, cuestión que para mí carece de importancia (me parece que sólo he seguido un orden estricto en la trilogía de Stieg Larsson). Como el libro me gustó mucho y me quedé con ganas de leer más libros de esta serie, elegí Un asesinato piadoso, novela que terminé de leer hace unos días y que curiosamente es la penúltima de la lista. Sé que algunos pensarán que soy una especie de bicho raro -empiezo por el último y continúo por el penúltimo- pero ya digo que no me importa el puesto que ocupe un libro en una saga (a menos que sea imprescindible), como tampoco me preocupa que lleve varios años publicado o que figure en el ranking de los más vendidos. Cuando me apetece leer un libro lo leo sin más, es como un flechazo que luego puede acabar bien o mal, pero sigo mi instinto porque al fin y al cabo la lectura no es para mí un trabajo sino un placer y si me obligara a seguir ciertas reglas a la hora de leer perdería todo ese encanto que me produce leer el libro que simple y llanamente me apetezca en ese momento.

Para los que sí os importa el orden en las sagas:

- No acosen al asesino (2001)
- La muerte viene de lejos (2004)
- El cadáver arrepentido (2007)
- Un asesinato piadoso (2008)
- El hermano pequeño (2010)

Me resulta complicado hablar de Un asesinato piadoso sin hacer referencias a El hermano pequeño por las similitudes que presentan ambos libros, y sin embargo El hermano pequeño es mejor libro que éste y además consiguió dejarme con ganas de más Mariana de Marco.

Me explico, ambos son libros tranquilos, no hay escenas de violencia ni de acción (hay un asesinato, sí pero sin detalles ni recreaciones), no te falta el aliento en ningún momento, la intuición cobra un destacado protagonismo como en las novelas detectivescas clásicas inglesas y que no debemos confundir con la novela negra, porque ésta no es en absoluto una novela negra. Hasta el lenguaje es diferente, limpio, nada soez; tanto que a veces sientes que se utilizan palabras o expresiones demasiado educadas para la situación en la que se pronuncian.

El libro está dividido en cinco capítulos con títulos acordes con el progreso de la investigación, o mejor dicho, de la instrucción, porque Mariana de Marco es juez de un Juzgado de Instrucción en la ciudad de G..., tal cual viene nombrada en el libro y que no es otra que Gijón, algo que yo particularmente no entiendo pues hay sobradas referencias en el libro para identificarla pero a lo que al final te acostumbras y dota a la novela como de un sello propio de identidad .

En el primer capítulo, como ingrediente principal nos encontramos con el descubrimiento del cadáver de un hombre en el cobertizo del jardín de su casa. Su suegro se declarará culpable y el motivo no será otro que salvar a su hija de las constantes vejaciones y el maltrato psicológico a que ésta venía sometida por parte del marido, de ahí el título de la novela.

Mariana de Marco ordena inmediatamente el ingreso del suegro del finado en prisión, pero no cierra la instrucción del caso porque es una mujer concienzuda y muy intuitiva a quien no gustan las salidas fáciles y tiene muchas dudas al respecto de la veracidad de tal confesión de culpabilidad.

Mariana de Marco, por lo demás, es una mujer atractiva, divorciada, cuarentañera (no soporto la palabra cuarentona), con una especie de imán poderoso hacia los hombres que no le convienen y por supuesto, muy trabajadora y capacitada. A los más cerrados de mente puede hasta caerle mal el personaje porque Mariana es una mujer un tanto bebedora de líquidos de no precisamente baja graduación y que no tiene demasiados escrúpulos a la hora de encamarse con determinados hombres, y este libro es fiel prueba de ello. Probablemente de ser al revés, es decir, de ser un hombre, nadie se escandalizaría pero al ser mujer estoy segura de que más de uno detestará a la protagonista por esos motivos.

En el libro se entremezclan casi a partes iguales la intriga con el desarrollo psicológico de los personajes a diferencia de otras novelas policiacas donde todo está puesto al servicio de la intriga en detrimento de todo lo demás, pero J. M. Guelbenzu se ha pasado. Ha abusado demasiado de la situación psicológica de los personajes (por más que la misma sea interesante) haciendo que el lector se pregunte en más de una ocasión si no se habrá confundido de género literario.

En mi caso, demasiado pronto intuí quién era el asesino y el porqué lo había hecho. Mis sospechas se confirmaron por boca de la protagonista al final del cuarto capítulo. Tal cosa no tendría importancia si el quinto capítulo se hubiese desarrollado adecuadamente en lo que a la detención del asesino se refiere, pero lamentablemente no ha sido así. El desenlace es de lo más precipitado e inverosímil, más propio de un escritor novel que de la pluma de un escritor consagrado como J. M. Guelbenzu.

Tanto detrimento de la intriga en beneficio del perfil psicológico de los personajes redunda en el lucimiento del personaje de Mariana, que se enfrenta a un gran dilema moral al no saber para dónde inclinar la balanza de la justicia, preguntándose si es ético y profesional que un juez mienta en el ejercicio de su profesión con el fin de evitar un mal mayor que afecta a un inocente o si, por el contrario, el imperio de la Ley está por encima de cualquier cuestión ética o moral, afecte a quien afecte. Mariana se hace cercana, empatizas profundamente con sus sentimientos y entiendes su postura y sus dudas. Los que hasta el momento pudieran no empatizar con Mariana seguro que ahora lo harán, tanto que leyendo el libro me he preguntado en más de una ocasión si no nos iría mejor si hubiera en el mundo de la justicia más Marianas de Marco. Y la respuesta sin duda es que sí. Razonables y correctas son por tanto las disquisiciones de la juez con respecto a la resolución judicial del caso, pero para muchos serán sin duda inoportunas y demasiado extensas, más propias de otro tipo de novelas, y no le perdonarán a Guelbenzu tal licencia en una novela policiaca.


Los demás personajes están bien perfilados, son perfectamente identificables porque además son pocos y no ocasionan confusión alguna para el lector a la hora de su seguimiento. Me hubiera gustado más protagonismo por parte del inspector Alameda -ese hombre que nunca se quita el abrigo- porque sus apariciones son un soplo de aire fresco en el libro. Los demás: el muerto, el suegro, la hija y la nieta son especialmente interesantes, sobre todo estas dos últimas, con una carga emocional fortísima. El primo de Mariana -un tal Juanín- y un noviete con el que tendrá una relación son más bien de relleno.

Otro punto a favor de la novela es la cuidada información que ofrece al respecto de la instrucción judicial en un caso de asesinato, muy real y veraz. No hay meteduras de pata en ese sentido. Ahí ha sido muy cuidadoso el autor.

J. M. Guelbenzu
No obstante no ser el libro ninguna maravilla y pese a los contras que he apuntado, el libro me ha gustado. Es entretenido y fácil de leer y tengo claro que seguiré leyendo el resto de la saga de Mariana de Marco porque espero que J. M. Guelbenzu me vuelva a sorprender como ya lo hizo con El hermano pequeño.

¿Recomendable?: sí
Tipo de lector: si sólo te va el suspense enrevesado y con muchos giros en la trama, huye de esta novela
Tipo de lectura: fácil, tranquila
Argumento: verosímil, como la vida misma
Personajes: dotados de mucha carga emocional en detrimento de la intriga
Desenlace: precipitado, novelero (en el sentido peyorativo de la palabra)

martes, 18 de octubre de 2011

Sorteo en el blog "Libros que hay que leer"

Concurso en este blog
En el blog "Libros que hay que leer", con motivo de la celebración de sus 100.000 visitas y sus 350 seguidores (casi "ná"), Laky ha decidido hacer, entre otras cosas, un sorteo de dos libros de la escritora Cristina Caviedes. Los libros son:

- Historias de una gaviota

- Jugando con fuego



Yo me he apuntado porque aún no he leído nada de la autora y la verdad es que me apetece. La conozco virtualmente hablando desde hace muy poquito pero me ha causado muy buena impresión.

Las bases para el sorteo las encontraréis en el blog "Libros que hay que leer".

Aquí os dejo el enlace: Sorteo 100.000 visitas


El plazo termina el día 21 de octubre.

¿Os animáis?

lunes, 10 de octubre de 2011

NO ABRAS LOS OJOS


NO ABRAS LOS OJOS
John Verdon
Roca Editorial, 2011

Debo ser de los pocos amantes del género del thriller que aún no ha leído Sé lo que estás pensando. Hace poco menos de un año le regalé ese libro a mi hermana y todavía estoy esperando a que me lo pase. Espero poder hacerlo pronto porque después de leer éste, me he quedado con más ganas de detective Gurney.
No abras los ojos me lo regalé por mi cumpleaños a finales de junio, recién entradito en las librerías, y lo terminé de leer hace casi una semana, pero he estado un poco perezosa para escribir, será por el calor.

Publicista, carpintero, escritor de éxito.
John Verdon se dedicó al mundo de la publicidad hasta que se jubiló en perfectas condiciones físicas con 53 años, esas cosas que parece que sólo pueden hacer los extranjeros, porque aquí en España, si a esa edad estás jubilado, mal asunto.
Cambió las calles de Manhattan por la tranquilidad del campo y se dedicó a hacer muebles hasta que su mujer, que igual ya estaba harta de mesitas de noche, lo animó a escribir, una vocación que Verdon había tenido desde siempre.
Admirador confeso de Reginald Hill, leyó todas sus novelas hasta que creyó estar seguro de haber encontrado la fórmula del éxito. ¡Y vaya si la había encontrado!
Con su primer libro, Sé lo que estás pensando, Verdon fue encumbrado a sus 68 años a la lista de autores más leídos, convirtiéndose su ópera prima en un best seller internacional.
No abras los ojos es su segunda novela.

La vuelta de Dave Gurney.
Ha pasado un año desde que el exdetective de la Policía de Nueva York, Dave Gurney, consiguió atrapar al asesino de los números. Sigue retirado en el campo junto a su esposa Madeleine. Ella está encantada con la tranquila vida que lleva, sus paseos en bicicleta, sus plantas... Dave lo intenta, no quiere defraudar a su mujer, pero su mente inquieta no se lo permite. Para matar el tedio y no desvincularse del todo con su antigua profesión, imparte cursos en la Academia de Policía.
 
Mientras tanto una novia es decapitada durante el banquete de bodas, con cientos de invitados presentes. Todas las pistas apuntan a un jardinero mexicano que trabaja para el marido de la víctima, un reputado psiquiatra que dirige una escuela para chicas con problemas de conducta sexual. Han pasado cuatro meses desde el asesinato y la policía todavía no ha logrado encontrar al jardinero, por lo que la madre de la novia asesinada, Val Perry, una mujer adinerada y con sentimiento de culpabilidad, contrata a Gurney como asesor del caso. A la mujer de Gurney no le gusta la idea y éste se concede un plazo de dos semanas. Si en ese tiempo no ha conseguido nada, dejará el caso.
 
Poco a poco Gurney se va dando cuenta de que nada encaja y de que hay que abrir nuevas vías de investigación, las cuales pondrán en peligro su vida y la de su mujer, al tiempo que va descubriendo una compleja red de negocios sucios y turbulentos. El misterioso jardinero desaparecido, una escuela de chicas conflictivas, una agencia de publicidad bastante irregular, una familia al más puro estilo de la mafia, un millonario coleccionista de arte...

Pero la novia no será la única víctima...

Un matrimonio en crisis.
Como ya he comentado, no he leído Sé lo que estás pensando, con lo que no puedo hablar de la evolución personal de los personajes, pero en No abras los ojos las relaciones del matrimonio Gurney están muy presentes. Verdon detalla perfectamente las complejas relaciones familiares. Que el protagonista del libro y su esposa sean en cierto modo el alter ego del escritor y la suya, sin duda ha tenido mucho que ver en ese acertado análisis que Verdon retrata en el libro; esos problemas, esas crisis y esos silencios que pueden ser el común denominador de muchos matrimonios que a pesar de todo se quieren. Y ese retrato de los personajes supone además un punto a favor en lo que a la cercanía y carisma del detective se refiere.

Una trama demasiado compleja.
El libro comienza, como ya he dicho, con un crimen impactante: la decapitación de una novia el día de su boda. Es evidente que un crimen así despertará la curiosidad del lector, que querrá saber quién lo ha hecho y sobre todo por qué. Sin embargo esto tampoco es nuevo. Este tipo de novelas suelen empezar precisamente así, con el descubrimiento de un atroz asesinato, con lo que el libro arranca con fuerza, pero ya digo, tampoco es nada del otro mundo, no es un principio como por ejemplo el de El psicoanalista que sí me resultó original y poco visto entre el género. Con esto no quiero decir que no me haya gustado el comienzo del libro, muy al contrario, sólo digo que no es nada nuevo un comienzo impactante en este tipo de libros.
 
Con la llegada de Gurney al caso las cosas empezarán a suceder rápidamente. La trama se complicará hasta cotas insospechadas. Al principio todo parece un lío de narices pero las cosas se van conectando hasta converger en un mismo punto. Hay que reconocer que Verdon tiene imaginación porque lo demuestra a cada paso que avanza la historia, complicándose más y más. Desde luego si de algo no se le puede acusar es de aburrir por falta de giros y sorpresas en la trama.
 
Pero tanta complicación también puede ser un arma de doble filo. Es precisamente esa rocambolesca historia la que te engancha pero a la vez que lo hace la consideras poco creíble por inverosímil. Es cierto que las peores historias suceden precisamente en la vida real y algunas cosas del libro son efectivamente reales como la vida misma, como puede ser el abuso sexual en los niños o la existencia de personas y empresas sin escrúpulos, pero que haya tanto loco suelto en el libro a mí me resulta demasiado peliculero, demasiado retorcido, y es precisamente por eso por lo que no califico el libro como un cinco estrellas.
 
Aun así, soy consciente de que a muchos lectores lo que precisamente les gustará más es justamente ese motivo por el que yo le quito una estrella al libro. Al fin y al cabo para gustos nacieron los colores y esto es sólo mi percepción de las cosas, mi humilde opinión, que no tiene por qué coincidir con la de los demás lectores.

Lo mejor.
Lo mejor del libro para mí es sin duda la parte técnica de la investigación, el seguimiento de las pistas, la forma de los interrogatorios..., en general lo tocante a la actuación policial pura y dura, la cual está detallada paso a paso, sin dejar cabos sueltos, gracias en buena parte a los múltiples cuestionamientos que la mente pensante de Gurney se hace. Hay alguna página del libro enterita con interrogantes que a la vez van recordando cosas al lector, -no hay que olvidar que es una trama compleja-, a la vez que asientes con la cabeza diciendo: ¡ahí! ¡ahí!, al reconocer en Gurney planteamientos que al lector ya se le habían pasado por la cabeza. En este aspecto, ya digo, el libro es sublime. Nada se descubre como por arte de magia, los nuevos indicios van surgiendo como producto de una ardua y creíble investigación. Verdon ha sido muy cuidadoso y no se saca nada de la manga, demostrando un profundo conocimiento de la investigación policial, cosa que a mí me gusta mucho.
 
Otro punto a su favor me han parecido los diálogos que mantiene con su colega Jack Hardwick, brillantes y ágiles. Me ha gustado mucho también la parte inicial del libro donde Verdon imparte un curso a un grupo de agentes de la Policía, por amena e interesante.

Lo peor.
En el apartado de la trama ya lo he adelantado. Lo que menos me ha gustado es que la trama me ha parecido demasiado rebuscada, retorcida y rocambolesca. Pese a todo, Verdon se ha esforzado en que parezca creíble dotándola de un móvil verosímil, una justificación tan antigua y humana como la venganza, el condigno castigo que dice el libro.

Conclusión.
El libro tiene todos los ingredientes de un buen thriller: engancha, tiene ritmo, un profundo conocimiento de la investigación policial, un detective carismático y cercano, y giros continuos e inesperados que van encajando poco a poco de forma lógica.
El estilo de escritura de Verdon me ha gustado, no sobran ni faltan páginas en la novela, no hay divagaciones innecesarias ni hechos superfluos para rellenar páginas.
En definitiva, un libro que no defraudará a los amantes del thriller.

Curiosidades.
- Por ahí he leído que el hijo de Verdon es sargento de policía, y no sé si eso tendrá algo que ver con el detallado conocimiento de la investigación policial que demuestra Verdon en el libro, aunque es bastante probable.
- Verdon ya está inmerso en la escritura de su tercer libro que también contará con Dave Gurney como protagonista.
- Fue tan grande en España el éxito de Sé lo que estás pensando que No abras los ojos se ha publicado antes en nuestro país que en Estados Unidos, es decir, que se ha publicado antes su traducción que el original. ¡Verdon nos debe adorar!

viernes, 7 de octubre de 2011

PIRÁMIDE


PIRÁMIDE
Tom Martin
 
Editorial Planeta Internacional
ISBN: 978-84-08-08092-3
Páginas: 352
 
 
 
 
TOM MARTIN, el autor.

Pocos libros he leído donde el apartado dedicado al autor sea tan escaso como éste: "Tom Martin es escritor. Pirámide es su primera novela. Vive en Oxford".

Así. Tal cual. Estilo telegrama.

Dada la nula información, he tratado de obtenerla de internet y me ha sido imposible descubrir nada sobre este autor (por algo será), de manera que poco puedo aportar al respecto.
 

El libro.
En caso de que no regrese.
Eureka
40 10 4 400 30 9 30 70 100 5 200 30 10 40 1 80 5
100 400 40 10 50 10 200 300 100 8 70 9 1 50 300 10
20 800 10 300 10 200 0051172543672.

El profesor Kent, un eminente cartógrafo, es asesinado en el Machu Picchu, pero las autoridades consideran que ha sido un suicidio. Catherine Donovan, una joven catedrática de astrofísica en Oxford y discípula de éste, se niega a aceptar la versión oficial, sobre todo después de recibir, poco después de la muerte del profesor, un extraño paquete que contiene mapas antiguos de incalculable valor junto a una nota en la que aparece la palabra "Eureka".

Para intentar descifrar este enigma, Catherine se embarca con James Rutherford, un erudito inglés amigo de Kent, en una misión que los llevará de Oxford a las antiguas maravillas de Perú y Egipto. Pronto descubrirán que los persigue una misteriosa organización que no se detendrá ante nada para eliminarlos. Catherine y James creen que podrían tener en sus manos la superviviencia del planeta, ya que descubren un mensaje encriptado en el que nuestros antepasados revelaban las claves para evitar que se reproduzca el cataclismo que los destruyó. (Sinopsis editorial.)

Lo que acabo de transcribir es el argumento del libro tal cual viene en la contraportada.

 
Por qué no me ha gustado.

Son muchos los motivos y temo liarme al intentar explicarlos. No obstante haré un sincero esfuerzo teniendo en cuenta mis limitaciones para escribir una opinión literaria, pues lo cierto es que yo sólo puedo tildarme de lectora. Pero lo que sí sé, como todo el mundo, es si un libro me gusta o no me gusta. Y éste no me ha gustado.

Así, a priori, puede parecer que estás ante un Dan Brown: un enigma, un código secreto... Nada más lejos de la realidad. Te puede gustar o no este escritor, pero lo que no se puede discutir es que es un maestro en el arte de enganchar y embaucar al lector. Debe ser que Tom Martin estudió en la escuela de enfrente.

El tema principal de la novela es quizá lo único destacable del libro: una civilización antigua que poseía conocimientos superiores y que fue la artífice de la creación de algunas de las maravillas del mundo antiguo, como pueden ser las pirámides de Egipto. El tema, pese a no ser nuevo (muchos recordaréis esa película de los noventa Stargate) es interesante. Pero no basta tener un tema interesante para escribir una novela. Tienes que saber desarrollarla, sacarle partido. Yo no digo que sea fácil, sin ir más lejos, yo no podría. Pero yo no me presento como escritora y Tom Martin sí lo hace.

El autor se ha documentado sobre uno de los enigmas del pasado y lo ha soltado sin más en el libro, a modo de artículo científico, más propio de una revista especializada que de una novela de ficción. Lo ha puesto en manos de personajes desnudos, sin desarrollar. Les ha dado un nombre y poco más. Resulta imposible empatizar con ninguno de ellos. La ausencia de detalles y descripciones de los personajes hace que resulten inverosímiles, no te los crees, no hay conexión con el lector.

La pareja protagonista resuelve el enigma en un plis-plas, igual que el asesinato de las primeras páginas. ¡Para qué crear suspense y tensión hasta el final, para eso ya está Agatha Christie! Es increíble cómo un libro que tiene como base de fondo la resolución de un enigma y que tiene la osadía de presentarse como un "trepidante thriller" (y no lo digo yo, lo dice la contraportada), no consiga que el lector participe lo más mínimo de su resolución. La pareja lista listísima ya se encarga de ello en menos que canta un gallo.

Las primeras páginas enganchan algo, el libro no despega mal del todo pero no lleva un vuelo regular. El ritmo de la novela brilla por su ausencia, la tensión es nula y página a página se va perdiendo del todo el interés. Ni siquiera la acción propiamente dicha, a manos de lo que a priori pudiera ser atractivo: una sociedad secreta ("La Corporación") con tintes religiosos que opera en la ONU, un senador corrupto, un ruso de pistoletazo fácil..., tiene el arte de atrapar al lector.

No exagero si digo que el libro es soporífero. No recuerdo haber bostezado tanto leyendo un libro como cuando intenté leer La noche de los tiempos, de Muñoz Molina, y me quedé en eso, en el intento. Pero al menos Muñoz Molina tiene una prosa magnífica y es un excelente narrador, lo cual, ni de lejos se puede aplicar al autor de este plomo.

 
Y continuando con el símil aéreo, por llamarlo de alguna manera, el final, en cuanto a la historia de base se refiere, tiene un aterrizaje forzoso, decepcionante (en esto sí es congruente el autor, hay que reconocer que la incoherencia la mantiene hasta el final) y carente de imaginación; y encima, con moralina incluida.

Y qué decir de la sorpresa de la página final. Corín Tellado se queda a la altura del betún en comparación con Tom Martin. Pero lo peor no es que la historia de la pareja lista listísima protagonista acabe de color de rosa, lo peor es que no hay en todo el libro ni una sola insinuación de que entre ellos se estuviera forjando algo más que una estricta relación profesional. ¡Alucinante!

De lo peor que he leído.


PLAGIO MORTAL


PLAGIO MORTAL
Andrew Pyper

Editorial Maeva
1ª Edición, 2010
ISBN: 9788492695157
336 págs


Plagio mortal es un libro que gané a través de un concurso organizado por una conocida revista. Hacían esta pregunta a los lectores: ¿Qué libro os ha emocionado últimamente y por qué? Como la lectura es mi principal vicio confesable, participé contestando con unas pocas líneas y al tiempo me comunicaron que había ganado un libro. No me dijeron cuál, así que mi sorpresa al recibirlo fue mayúscula cuando vi el libro del que os estoy hablando. Y no precisamente porque tuviera pensado comprármelo, ya que -lo confieso- era la primera vez que tenía conocimiento del autor, Andrew Pyper, sino porque era de mi género favorito desde que me recuerdo a los ocho años leyendo a Enid Blyton: el género de suspense, de misterio. Así que deseosa de comenzarlo, aparqué otros que tenía a la espera de ser leídos y empecé con éste.

El título, por lo pronto, ya prometía: Plagio mortal, un título, cuando menos, sugerente.
El libro viene avalado como la "novela seleccionada como thriller del año por el New York Times", según reza su portada.
La contraportada tampoco pintaba nada mal: "Un thriller extraordinario". Independent.
O esta otra crítica también de la contraportada: "Si Andrew Pyper fuera el guionista de nuestras pesadillas colectivas, todos estaríamos soñando y gritando como el narrador de este magnífico thriller". The New York Times Book Review.
 
Pero es sin duda la última frase de la contraportada del libro: "Una novela que hay que leer con las luces encendidas y el cerrojo echado", la que más captó mi atención, y a su vez, la que más indignación me ha causado una vez terminada la lectura del libro.

Argumento:
Ocho años después de la muerte de su esposa, el periodista Patrick Rush aún no ha podido superar esta pérdida y centra toda su atención en el cuidado de su hijo Sam. Como su mayor sueño es convertirse en escritor de éxito, decide dar un giro a su decepcionante vida profesional y unirse a un taller de escritura.

La ciudad de Toronto vive en esos momentos la pesadilla de un misterioso asesino, al que la policía no consigue cazar. Bajo la influencia de este ambiente de miedo colectivo, los miembros del taller empiezan a escribir sus primeros cuentos. Ángela, con sus relatos sobre el Hombre del Saco, un ladrón de niñas con características sospechosamente parecidas a las del auténtico asesino, es la que más éxito tiene y por la que Patrick siente una especial atracción. Poco después, y tras su muerte en un extraño accidente de tráfico, el periodista toma una decisión que tendrá trágicas consecuencias y que provocará que cada vez le cueste más distinguir entre sueños y realidad. Cuando su propio hijo desaparece de repente, su vida se convierte en una auténtica pesadilla.

Opinión:
La trama, bastante original y sugestiva, nos lleva a una especie de juego psicológico donde nada es lo que parece y cada personaje puede ser el asesino, incluido el propio Patrick. Sombras que persiguen a los miembros del grupo, que incluso se cuelan en sus casas, y un ardid de sutilezas psicológicas que a mi entender no pasan de ahí. Sientes una y otra vez, que todo es más de lo mismo. El libro se vuelve, por así decirlo, flojo.

 
Con un principio con gancho -la desaparición de su hijo en un cine a manos de quien el protagonista parece saber su identidad- se retrotrae la historia al pasado y asistimos a la superación de la muerte de la esposa del protagonista, la degradación que sufre en el trabajo, su despido posterior del mismo, el taller de escritura y su consiguiente bloqueo como escritor. Ese cúmulo de circunstancias nos hacen ver a un Patrick perdedor, aburrido de su vida, que siente que no tiene nada que decir y que ahoga su tediosa existencia en el alcohol.

Es en esas circunstancias cuando, tras quedar literalmente atrapado en el relato de una de sus compañeras de círculo, Ángela, y tras la sospechosa muerte de ésta, decide, de manera impulsiva, copiar su historia, cuyo protagonista es el mismísimo Hombre del saco. Se convierte al pronto en un escritor de éxito pero la ilusión le durará poco. Pronto empezará a arrepentirse de haber plagiado la historia de Ángela.

Interesantísima trama que, sin embargo no responde a las expectativas del libro, o al menos a las que yo tenía del mismo, a la vista sobre todo, de los titulares que acompañan su portada y contraportada.


¿Thriller, suspense?...
Si nos atenemos a su definición -"recurso que tiene como principal objeto mantener al lector a la 'expectativa', generalmente en un estado de 'tensión', de lo que pueda ocurrirle a los personajes, y por lo tanto atento al desarrollo del conflicto o nudo de la narración"-, este libro no es un thriller muy a pesar de lo que diga el New York Times.

 
Ni me ha enganchado ni me ha mantenido en estado de tensión. Es más, he tenido que releer más de una página al darme cuenta de que no me había enterado de nada, no por lo complicado de la trama, sino porque mi mente había volado hacia otros lugares. Una buena novela, y mucho más una buena novela de suspense, en absoluto puede permitirse esa licencia, ya que de lo contrario pierde el fin para el que ha sido escrita. El lector se ha de sentir atrapado por la historia, deseoso de tener un rato libre para retomar la lectura. Plagio mortal dista mucho de ello.


Ni qué decir tiene que la frase que menciono al principio -"una novela que hay que leer con las luces encendidas y el cerrojo echado"- es pura ciencia ficción (por ser condescendiente con el comentario), a menos, claro esté, que uno tenga ocho años como el hijo del protagonista.

Nota: Un 5 peladito. Lo salva la originalidad inicial de la historia y la página final -demasiado tarde para enmendar el libro- así como lo relacionado con la vida privada del protagonista. Sin embargo, está muy lejos de cumplir las expectativas del género.