Recupero para compartir con vosotros la reseña de la que fue una de mis mejores lecturas del pasado año y que publiqué en noviembre para Anika entre Libros. Os invito a conocer esta conmovedora historia y a descubrir la bella prosa de esta escritora canadiense de ascendencia china.
EL ECO DE LAS CIUDADES VACÍAS
(Dogs at
the Perimeter, 2011)
Madeleine Thien
Editorial Galaxia Gutenberg
Colección Galaxia Nova
© Madeleine Thien, 2011
© Galaxia Gutenberg, S.L., 2012
Traducción de Vicente Campos
1ª Edición, octubre 2012
Género y tags: Novela, intimista, contemporánea. Drama. Dictadura, Golpes de Estado. Genocidios. Jemeres rojos. Camboya. Literatura canadiense.
ISBN: 9788415472100
224 Páginas
Madeleine Thien
Editorial Galaxia Gutenberg
Colección Galaxia Nova
© Madeleine Thien, 2011
© Galaxia Gutenberg, S.L., 2012
Traducción de Vicente Campos
1ª Edición, octubre 2012
Género y tags: Novela, intimista, contemporánea. Drama. Dictadura, Golpes de Estado. Genocidios. Jemeres rojos. Camboya. Literatura canadiense.
ISBN: 9788415472100
224 Páginas
Argumento
Janie,
investigadora de neurología en Montreal, abandona repentinamente a su marido y
a su hijo y se refugia en la casa de su amigo y mentor Hiroji Matsui,
recientemente desaparecido y cuyo único objetivo desde hace treinta años es
encontrar a su hermano James.
En un principio, la huida de Janie es un enigma, está pasando por una crisis pero no se saben las causas. Poco a poco iremos conociendo el trauma que arrastra desde hace tres décadas, cuando siendo una niña fue víctima del brutal régimen que los jemeres rojos impusieron en Camboya. (Sinopsis propia)
Comentarios
Es tan profunda la huella que me ha quedado tras la lectura de este libro, que temo que mis limitaciones a la hora de reseñarlo no consigan hacerle la justicia que se merece. Con poco más de doscientas páginas y sin ser un libro histórico, Madeleine Thien me ha llevado al corazón mismo de la Camboya de los setenta y al horror que sufrieron los casi dos millones de personas que desaparecieron en un genocidio inexplicablemente mucho menos conocido que otros que la literatura y el cine tantas veces nos han contado, y al que inconcebiblemente la propia comunidad internacional ha dado la espalda hasta hace poco.
En un principio, la huida de Janie es un enigma, está pasando por una crisis pero no se saben las causas. Poco a poco iremos conociendo el trauma que arrastra desde hace tres décadas, cuando siendo una niña fue víctima del brutal régimen que los jemeres rojos impusieron en Camboya. (Sinopsis propia)
Comentarios
Es tan profunda la huella que me ha quedado tras la lectura de este libro, que temo que mis limitaciones a la hora de reseñarlo no consigan hacerle la justicia que se merece. Con poco más de doscientas páginas y sin ser un libro histórico, Madeleine Thien me ha llevado al corazón mismo de la Camboya de los setenta y al horror que sufrieron los casi dos millones de personas que desaparecieron en un genocidio inexplicablemente mucho menos conocido que otros que la literatura y el cine tantas veces nos han contado, y al que inconcebiblemente la propia comunidad internacional ha dado la espalda hasta hace poco.
El título de El eco de las ciudades vacías fue sugerido por la propia autora para la edición en castellano de su libro, un título mucho más elocuente y demoledor que el original porque consigue expresar el eje mismo del régimen instaurado por los jemeres rojos en Camboya desde 1975 a 1979, cuando en aras de implantar su terrorífica utopía agraria comunista, evacuaron las ciudades dejándolas completamente vacías.
La novela comienza con la desaparición
de Hiroji, y nadie parece darle importancia excepto Janie. La búsqueda de
indicios sobre el paradero de su amigo será el desencadenante que traerá (aunque
nunca se ha ido) el pasado de Janie a su memoria.
Los protagonistas de esta historia, Hiroji y Janie, son ficticios, pero podrían ser reales porque dan voz a muchas vidas camboyanas. Janie es incapaz de convivir con el pasado, incapaz de encontrar su sitio como madre y esposa. Adora a su hijo y sin embargo no encuentra la forma de desempeñar correctamente el papel de madre. Tenía diez años cuando los jemeres rojos se alzaron con el poder en Camboya y la sacaron de su casa junto a su familia para llevarla a los campos que más tarde se conocerían como los campos del terror. Janie lucha contra todos sus fantasmas y sobre todo contra ese sentimiento de culpa por haber sobrevivido al horror del que su familia no consiguió escapar. Su dolor solo encuentra consuelo en Hiroji, quien vive desde hace treinta años con la obsesión de encontrar a su hermano James, desaparecido en Camboya en 1975.
Una de las cosas que predicaba el régimen de los jemeres rojos era la individualidad entendida como el desapego a la familia y a los amigos. El único vínculo posible era con el partido, al que llamaban Angkar: La Organización. Las víctimas eran despojadas de su identidad, se les cambiaban incluso los nombres y Madeleine Thien utiliza esa circunstancia para estructurar el libro titulando cada capítulo con un nombre: Janie, Hiroji, Mei… De esa forma iremos dando saltos en el tiempo en una narración no lineal que alterna pasado y presente, y va dosificando la información al lector sobre los motivos que conforman el presente de los protagonistas, marcado por el vacío, la ausencia o la pérdida de la propia identidad.
Sus descripciones del terror son a veces casi oníricas, llenas de imágenes y evocaciones, con mucha contención en los detalles escabrosos. Auténticos balazos emocionales que sin embargo evitan contar el clímax del dolor, dejándolo en suspenso, en manos de nuestra imaginación o de nuestros conocimientos sobre el infierno que fue la dictadura de Pol Pot.
Esta técnica narrativa no es fácil de seguir, para algunos lectores puede ser incluso un escollo porque hay veces que no se sabe a ciencia cierta qué es realidad y qué es sueño, qué es presente y qué es pasado, pero que a la vez resulta tremendamente adecuada para la historia. Es un libro que hay que leer despacio, con tranquilidad y concentración porque requiere que el lector aporte un poco de esfuerzo, que ponga de su parte.
El lenguaje de esta autora canadiense es bellísimo, casi poético. Su prosa impresiona tanto como los hechos que cuenta, resultando casi inconcebible que narrando sucesos tan dramáticos se pueda disfrutar tanto con la lectura. Madeleine Thien transmite tanta comprensión y compasión por sus personajes, espejo de tantas y tantas víctimas, que pareciera que ella misma hubiera sufrido el infierno en sus propias carnes, que el libro fueran las memorias de los supervivientes en lugar de un relato de ficción.
El eco de las ciudades vacías es un libro demoledor, impecable y bellísimamente escrito, que da voz a todas esas víctimas olvidadas, y que consigue conmover, emocionar y remover como pocos.
Los protagonistas de esta historia, Hiroji y Janie, son ficticios, pero podrían ser reales porque dan voz a muchas vidas camboyanas. Janie es incapaz de convivir con el pasado, incapaz de encontrar su sitio como madre y esposa. Adora a su hijo y sin embargo no encuentra la forma de desempeñar correctamente el papel de madre. Tenía diez años cuando los jemeres rojos se alzaron con el poder en Camboya y la sacaron de su casa junto a su familia para llevarla a los campos que más tarde se conocerían como los campos del terror. Janie lucha contra todos sus fantasmas y sobre todo contra ese sentimiento de culpa por haber sobrevivido al horror del que su familia no consiguió escapar. Su dolor solo encuentra consuelo en Hiroji, quien vive desde hace treinta años con la obsesión de encontrar a su hermano James, desaparecido en Camboya en 1975.
Una de las cosas que predicaba el régimen de los jemeres rojos era la individualidad entendida como el desapego a la familia y a los amigos. El único vínculo posible era con el partido, al que llamaban Angkar: La Organización. Las víctimas eran despojadas de su identidad, se les cambiaban incluso los nombres y Madeleine Thien utiliza esa circunstancia para estructurar el libro titulando cada capítulo con un nombre: Janie, Hiroji, Mei… De esa forma iremos dando saltos en el tiempo en una narración no lineal que alterna pasado y presente, y va dosificando la información al lector sobre los motivos que conforman el presente de los protagonistas, marcado por el vacío, la ausencia o la pérdida de la propia identidad.
Sus descripciones del terror son a veces casi oníricas, llenas de imágenes y evocaciones, con mucha contención en los detalles escabrosos. Auténticos balazos emocionales que sin embargo evitan contar el clímax del dolor, dejándolo en suspenso, en manos de nuestra imaginación o de nuestros conocimientos sobre el infierno que fue la dictadura de Pol Pot.
Esta técnica narrativa no es fácil de seguir, para algunos lectores puede ser incluso un escollo porque hay veces que no se sabe a ciencia cierta qué es realidad y qué es sueño, qué es presente y qué es pasado, pero que a la vez resulta tremendamente adecuada para la historia. Es un libro que hay que leer despacio, con tranquilidad y concentración porque requiere que el lector aporte un poco de esfuerzo, que ponga de su parte.
El lenguaje de esta autora canadiense es bellísimo, casi poético. Su prosa impresiona tanto como los hechos que cuenta, resultando casi inconcebible que narrando sucesos tan dramáticos se pueda disfrutar tanto con la lectura. Madeleine Thien transmite tanta comprensión y compasión por sus personajes, espejo de tantas y tantas víctimas, que pareciera que ella misma hubiera sufrido el infierno en sus propias carnes, que el libro fueran las memorias de los supervivientes en lugar de un relato de ficción.
Madeleine Thien (c) Babak salari |
El eco de las ciudades vacías es un libro demoledor, impecable y bellísimamente escrito, que da voz a todas esas víctimas olvidadas, y que consigue conmover, emocionar y remover como pocos.
Ay, ay, no sé si me convencería la novela... Me dejas con la duda, así que por lo pronto no me la apunto, habida cuenta del gran número de pendientes que ya tengo.
ResponderEliminarUn besito y feliz miércoles.
Bueno, ya ves que a mi me encantó y por eso lo recomiendo pero entiendo que a todos no nos atraen las mismas historias y más teniendo tantos libros pendientes por leer. Gracias por pasar.
EliminarHas logrado despertar mi curiosidad con la reseña así que apuntada queda
ResponderEliminarMe alegro mucho de haber despertado tu curiosidad, yo creo que es una historia que merece la pena conocer, tanto por la situación histórica en que está enmarcada como por la forma en que está contada, ya lo verás. Feliz miércoles.
EliminarEs una novela que no conocía y me parece interesantísima porque sí que es cierto, que este hecho ha pasado muy desapercibido en la historia. Me lo apunto. Gracias por la reseña Rebeca. Besitos!
ResponderEliminarPrecisamente hace poco se celebraron los últimos juicios contra los pocos genocidas que quedaban vivos, lo que hizo Pol Pot no tiene nombre y ha estado mucho más oculto que otros crímenes internacionales. A mí me conmovió mucho este libro y además esta mujer escribe de maravilla, tiene una prosa preciosa. Gracias por tu comentario Aurora.
EliminarTienes toda la razón: el título es precioso y, tras leer tu reseña, no dudes que me haré con esta novela. Tengo cierto temor respecto al estilo de la autora, pero la historia en sí misma me lleva a pensar que merece la pena darle una oportunidad. Además me veo identificada en tu comentario inicial; lo mismo me sucedió cuando me senté delante del ordenador para escribir mis impresiones sobre "Un matrimonio feliz" - difícil expresar en palabras el huracán de sentimientos y sensaciones que produce su lectura. ¡Muchas gracias por descubrírmelo! Un beso.
ResponderEliminarEl título es precioso y además expresa a la perfección lo que supuso el régimen dictatorial de los jemeres rojos. La prosa de la autora es preciosa pero la estructura del libro a veces es complicada de seguir porque muy en la línea de los autores orientales, hay muchas evocaciones y reminiscencias oníricas, por decirlo de algún modo, y eso hace que a veces sea difícil saber si los protagonistas están recordando o lo que cuentan está pasando en ese momento, por eso lo he querido resaltar en la reseña, para que nadie piense que es un libro page-turner, y no es que sea inaccesible, ni muchísimo menos, pero hay que dedicarle cierta atención. Me alegra muchísimo que quieras conocer esta historia, a mí, ya te digo, me encantó y efectivamente me removió tanto por dentro que no encontraba palabras para reseñarlo. Gracias por tu comentario y que tengas un feliz miércoles.
EliminarNo he leído a demasiados autores orientales (el año pasado he descubierto a Mo Yan que, en algunas ocasiones, hacía uso de esas evocaciones, y Yasunari Kawabata); podríamos decir que es una asignatura pendiente. Gracias por tan detallada aclaración.
EliminarPara mí la literatura oriental ha sido prácticamente una desconocida hasta que hará año y medio, más o menos, empezó a interesarme y después de leer dos o tres libros me enganché y ya llevo unos cuantos, creo que he tenido suerte con las elecciones y todos han satisfecho mis expectativas. A Mo Yan le tengo muchas ganas, sobre todo a Las baladas del ajo, el libro que tú reseñaste, es de esos libros que tengo claro que voy a leer. La aclaración te la doy encantada, y las gracias a ti por tu interés y por tus comentarios. Un beso Offuscatio.
EliminarNo conocía el libro, pero qué interesante, gracias por compartirlo y por el descubrimiento y la recomendación, tomo nota. Muchos besos.
ResponderEliminarMe temo que es un libro poco conocido, yo apenas he visto reseñas y probablemente no entrará nunca en las listas de los más vendidos, pero es una historia impactante y además, no me canso de repetirlo, esta mujer tiene una prosa que es una maravilla. Gracias por comentar y un abrazo Goizeder.
EliminarMenuda rato que llevo de reseñas entusiastas, tengo que poner el freno!!! Pero no puedo evitar llevármelo apuntado, ejejej. Un beso!!
ResponderEliminarJeje, esto es lo que tiene el mundillo de la blogosfera, que la lista sube y sube. ¡Felices lecturas Meg!
EliminarNo conocía este libro, supongo que porque la editorial tampoco me suena mucho, pero con lo que nos has contado en tu reseña parece una historia sumamente interesante y además tu entusiasmo se transmite así que me he quedado con ganas de leerlo, buscaré el título
ResponderEliminarbesos
Bueno, hasta donde yo sé, Galaxia Gutenberg se emancipó de Círculo de Lectores en el 2011, cuando entró Planeta como accionista, así que supongo que al no tener ya el respaldo de un grupo tan potente por eso es menos conocida, tiene títulos muy interesantes, ya me contarás. Un beso Tatty.
EliminarNo lo conocía...pero con lo que te ha marcado yo creo que merece la pena su lectura, así que me lo anoto en mi interminable lista de deseos xDD
ResponderEliminarUn beso!
Sí, es un libro que me llegó mucho Lesincele, el tema que aborda no es para menos y además está muy bien escrito. Un beso.
EliminarMe gustan mucho los escritores orientales y este parece de los que te dejan de verdad huella.
ResponderEliminarMe lo apunto.
Yo me enganché el año pasado a la literatura oriental, hasta entonces para mí era prácticamente una desconocida y este libro tuvo mucho que ver. Gracias por pasar y un abrazo.
EliminarPues gracias a t5u reseña he tenido un flechazo. Me ha encantado y me haré con ella, me gusta la trama y sobre todo el bucle final, que el estilo sea bellísimo, me encanta leer libros así. Un beso :)
ResponderEliminarA mí me pasó igual, en cuanto lo vi tuve un flechazo, claro que podría haber salido rana, afortunadamente mi instinto no falló, porque lo que es otras veces... Gracias por pasar y ya me contarás qué tal Yossi.
EliminarHas hecho una reseña estupenda, tanto que me han dado ganas de conocer este libro en primera persona! El título es precioso, y la historia que atesora parece que está en consonancia... Te agradezco que me hayas presentado esta obra, 1beso!
ResponderEliminarLas gracias a ti Tizire por tu comentario, no siempre tengo la suerte entre mis lecturas de poder recomendar un libro así, de modo que lo hago con todo el gusto del mundo. Un beso guapa.
EliminarMe interesan otras culturas y hechos pasados que no nos han explicado bien. Si esta novela ayuda a entender esos hechos, bienvenida sea. Muy interesante.
ResponderEliminarUn beso.
Desconozco los motivos que llevaron a la comunidad internacional a silenciar o desdibujar lo que sucedió en Camboya, aunque me imagino qué tipo de intereses habría, los mismos de siempre, de hecho hasta hace bien poco se le ha dado la espalda a las víctimas. Este libro me emocionó muchísimo y consiguió despertar mi interés por ese genocidio, ya sabes, el típico libro que te deja con ganas de saber más y te vas corriendo a internet a buscar más cosas y yo eso lo valoro mucho en la literatura, que sea capaz de despertar nuestro interés, de remover nuestra conciencia. Muchos besos y gracias por pasar.
Eliminar¡Menuda reseña! No conocía el libro, la sinopsis me llama y con tu opinión me lo apunto directamente, gracias por la reseña, besotes!
ResponderEliminarLas gracias a ti Sandra por tus palabras, si finalmente lo lees espero que te guste tanto como a mí. Un beso.
EliminarTiene buena pinta y me ha gustado la reseña. No me importaría para nada leerlo, es el tipo de historias que casi seguro sé que me gustarían, así que iría sobre seguro.
ResponderEliminarBesos.
La pinta es muy buena, de hecho fue lo que me sedujo a mí, ya que no tenía ni idea ni de quién era la autora, pero me gustó la sinopsis y quise descubrir esas ciudades vacías. Espero que te guste y muchas gracias por tus palabras.
EliminarMe ha encantado la reseña, Rebeca!! Estupenda!! Y la novela me gustará casi con completa seguridad...
ResponderEliminarBesos,
Pues ojalá que te guste, si no me vais a matar todos por recomendarlo, jajaja. Gracias por tus palabras Carmen y un besote.
EliminarFeliz año Rebe! Coincido con Carmen, una reseña muy chula y el libro pinta de maravilla.
ResponderEliminarUn beso.
Pues a ver si te animas con él y ¡qué alegría me da verte por aquí! Un besote guapo.
EliminarYa el título es una maravilla.
ResponderEliminarPero además lo acompañas con una reseña a la que es difícil resistirse. Mi lado "cotilla" se suele ver irremediablemente atraído por el entusiasmo ajeno. Y me gusta la sinopsis
Besos
Jajaja, pues nada, nada, sucumbe a mi entusiasmo que a ti que te van las buenas lecturas seguro que te gusta el libro. Besitos.
EliminarNo conocía este libro, pero tras tu preciosa reseña, me lo dejo bien apuntadito, porque vaya pinta que tiene este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es lo que tienen las reseñas entusiastas, nos atraen como la miel a las moscas, jaja, a mí me pasa igual con lo que me recomendáis. Besos Margari.
EliminarPues apuntadito me lo llevo =)
ResponderEliminarBesotes
Ay madre, qué miedo me estáis dando, como no os guste me vais a matar. Un besote.
EliminarSí que me apetece descubrir esta historia de superación y algo sobre Camboya.
ResponderEliminarBesos
Fíjate que es una historia bastante intimista y corta y sin embargo a mí ha conseguido llevarme a Camboya como si fuera un libro histórico, y además es de los que luego te dejan con ganas de saber más porque te remueven. Espero que te guste Pakiko. Un besote.
EliminarLa verdad es que me encantan los libros que dejan huella así que tomo nota porque me gustará seguro.
ResponderEliminarPues este es de los que te la dejan, que no te quepa duda Espe. Besotes.
EliminarPues gracias por invitarme aunque no sé si los libros irán con mis gustos, pero gracias de todas formas. Saludos.
ResponderEliminarSuena muy interesante pero no me apetece leer nada triste de momento y me da que algo dramático es. Creo que me decanto más por la novela de intriga o romántica en esta época. Ya se me pasará jeje
ResponderEliminarBesos!
Tiene una pinta interesante, pero no sé si me resultaría demasiado duro...
ResponderEliminarUna novela que supone dura pero parece que está bien trabajada, por lo que nos cuentas en la reseña. Ya solo leer el nombre de los jemeres rojos pone los pelos de punta. Creo que es un buen homenaje a esa gente que sufrío en sus carnes la dictadura de unos descerebrados. Besos.
ResponderEliminarPese a que tengo pendiente de lectura El infierno de los jemeres rojos, trata sobre lo mismo pero desde una perspectiva un tanto distinta, me lo apunto porque me has convencido totalmente con tu reseña. Son historias durísimas pero merecen la pena ser leídas.
ResponderEliminarMusus.
No había oído hablar de este libro, pero tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarPor cierto, te sigo a partir de ahora :D.
Si te apetece te invito a visitar mi blog.
Un saludo!
Tu frase: "da voz a todas esas víctimas olvidadas" creo que es suficiente para que me apetezca leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que todo lo que cuentas es tan interesante que dan ganas de salir corriendo a por el libro, a pesar de su dureza. Y eso que no sabías si ibas a hacerle justicias por tu ¿limitaciones has dicho? jeje.
ResponderEliminarUn beso.
Hola! No conocía el libro, pero por lo que leo en tu reseña es una bella historia, muchas gracias por recomendarla. Ademas quería comentarte que hubo un cambio en la fecha hasta la que pueden subir reseñas en el Reto Agatha Christie, se paso al 15 de Septiembre. Gracias por participar del reto!
ResponderEliminarBesos!!