domingo, 30 de octubre de 2011

Lectura conjunta y Sorteo

A escasas horas para el final del plazo, he sucumbido a la tentación y me he apuntado al sorteo del libro El sabor de las pepitas de manzana, de Kathanira Hagena, objeto a su vez, de la primera lectura conjunta organizada en el blog Carmen y ami@s.

 
Es un libro del que hasta hace apenas unos días no sabía ni de su existencia, pero ahora que no paro de ver entradas vuestras anunciando la lectura y el libro reconozco que me han entrado ganas de leerlo. Supongo que El jardín olvidado que estoy a puntitito de terminar, también ha tenido algo que ver, y es que ya que el final se acerca, me ha parecido ver por vuestras palabras ciertas similitudes con El sabor de las pepitas de manzana y he creído que podría muy bien disfrutar de su lectura. Y así es que me veo, a poco de acabar el plazo para apuntarse, escribiendo esta entrada.

Carmen sortea 4 ejemplares del libro, así que hay más posibilidades de que nos toque alguno.

Los requisitos para apuntarse los tenéis en el siguiente enlace: Lectura conjunta y sorteo
 
Mis razones para apuntarme ya las sabéis.

¿Cuáles son las vuestras?

Todavía estáis a tiempo.

                                                             

sábado, 29 de octubre de 2011

LECTURA CONJUNTA Y SORTEO

 
En el blog Libros que hay que leer y gracias a la generosidad de la editorial Martínez Roca, que regala 10 ejemplares, ni más ni menos, del libro "Colgado en tus manos", de Cleare Seeber, Laky ha puesto en marcha su tercera Lectura conjunta.
 
Si os apetece leer este trepidante thriller y encima ganar el libro, sólo tenéis que seguir los pasos que encontraréis en el siguiente enlace: Lectura conjunta y sorteo
 
 


Tenéis de plazo hasta el día 8 de noviembre.

¿Os animáis?
 

sábado, 22 de octubre de 2011

UN ASESINATO PIADOSO



UN ASESINATO PIADOSO
J. M. Guelbenzu
 
Alfaguara, 2008
384 Páginas
ISBN 9788420474403


 
 
A José María Guelbenzu lo conocía por las críticas literarias que escribe en el suplemento cultural Babelia del periódico "El País", donde colabora habitualmente, pero lo desconocía en absoluto como novelista, no el hecho de que lo fuera, sino el cómo lo hacía.

Guelbenzu sorprendió a propios y extraños cuando en 2001 publicó No acosen al asesino, apartándose de su trayectoria narrativa habitual para cumplir así un sueño de su juventud: escribir una novela policiaca.

No es en el género policiaco donde más reconocimiento y premios ha obtenido J. M. Guelbenzu (a excepción de El hermano pequeño, que fue galardonado con el premio Torrente Ballester en 2010) sino en otra serie de libros (El río de la luna, La tierra prometida...) que algunos llamarían de más altura intelectual o de mayor profundidad, pero dado que yo soy amante del género policiaco, cuando a principios de este verano vi en las librerías El hermano pequeño, no lo dudé y me hice con él para mis lecturas veraniegas.

Y fue así como descubrí a una juez, Mariana de Marco, protagonista de la novela y de una saga de la que precisamente El hermano pequeño era la quinta y a la vez última novela publicada. Empecé la saga por lo tanto por el final, cuestión que para mí carece de importancia (me parece que sólo he seguido un orden estricto en la trilogía de Stieg Larsson). Como el libro me gustó mucho y me quedé con ganas de leer más libros de esta serie, elegí Un asesinato piadoso, novela que terminé de leer hace unos días y que curiosamente es la penúltima de la lista. Sé que algunos pensarán que soy una especie de bicho raro -empiezo por el último y continúo por el penúltimo- pero ya digo que no me importa el puesto que ocupe un libro en una saga (a menos que sea imprescindible), como tampoco me preocupa que lleve varios años publicado o que figure en el ranking de los más vendidos. Cuando me apetece leer un libro lo leo sin más, es como un flechazo que luego puede acabar bien o mal, pero sigo mi instinto porque al fin y al cabo la lectura no es para mí un trabajo sino un placer y si me obligara a seguir ciertas reglas a la hora de leer perdería todo ese encanto que me produce leer el libro que simple y llanamente me apetezca en ese momento.

Para los que sí os importa el orden en las sagas:

- No acosen al asesino (2001)
- La muerte viene de lejos (2004)
- El cadáver arrepentido (2007)
- Un asesinato piadoso (2008)
- El hermano pequeño (2010)

Me resulta complicado hablar de Un asesinato piadoso sin hacer referencias a El hermano pequeño por las similitudes que presentan ambos libros, y sin embargo El hermano pequeño es mejor libro que éste y además consiguió dejarme con ganas de más Mariana de Marco.

Me explico, ambos son libros tranquilos, no hay escenas de violencia ni de acción (hay un asesinato, sí pero sin detalles ni recreaciones), no te falta el aliento en ningún momento, la intuición cobra un destacado protagonismo como en las novelas detectivescas clásicas inglesas y que no debemos confundir con la novela negra, porque ésta no es en absoluto una novela negra. Hasta el lenguaje es diferente, limpio, nada soez; tanto que a veces sientes que se utilizan palabras o expresiones demasiado educadas para la situación en la que se pronuncian.

El libro está dividido en cinco capítulos con títulos acordes con el progreso de la investigación, o mejor dicho, de la instrucción, porque Mariana de Marco es juez de un Juzgado de Instrucción en la ciudad de G..., tal cual viene nombrada en el libro y que no es otra que Gijón, algo que yo particularmente no entiendo pues hay sobradas referencias en el libro para identificarla pero a lo que al final te acostumbras y dota a la novela como de un sello propio de identidad .

En el primer capítulo, como ingrediente principal nos encontramos con el descubrimiento del cadáver de un hombre en el cobertizo del jardín de su casa. Su suegro se declarará culpable y el motivo no será otro que salvar a su hija de las constantes vejaciones y el maltrato psicológico a que ésta venía sometida por parte del marido, de ahí el título de la novela.

Mariana de Marco ordena inmediatamente el ingreso del suegro del finado en prisión, pero no cierra la instrucción del caso porque es una mujer concienzuda y muy intuitiva a quien no gustan las salidas fáciles y tiene muchas dudas al respecto de la veracidad de tal confesión de culpabilidad.

Mariana de Marco, por lo demás, es una mujer atractiva, divorciada, cuarentañera (no soporto la palabra cuarentona), con una especie de imán poderoso hacia los hombres que no le convienen y por supuesto, muy trabajadora y capacitada. A los más cerrados de mente puede hasta caerle mal el personaje porque Mariana es una mujer un tanto bebedora de líquidos de no precisamente baja graduación y que no tiene demasiados escrúpulos a la hora de encamarse con determinados hombres, y este libro es fiel prueba de ello. Probablemente de ser al revés, es decir, de ser un hombre, nadie se escandalizaría pero al ser mujer estoy segura de que más de uno detestará a la protagonista por esos motivos.

En el libro se entremezclan casi a partes iguales la intriga con el desarrollo psicológico de los personajes a diferencia de otras novelas policiacas donde todo está puesto al servicio de la intriga en detrimento de todo lo demás, pero J. M. Guelbenzu se ha pasado. Ha abusado demasiado de la situación psicológica de los personajes (por más que la misma sea interesante) haciendo que el lector se pregunte en más de una ocasión si no se habrá confundido de género literario.

En mi caso, demasiado pronto intuí quién era el asesino y el porqué lo había hecho. Mis sospechas se confirmaron por boca de la protagonista al final del cuarto capítulo. Tal cosa no tendría importancia si el quinto capítulo se hubiese desarrollado adecuadamente en lo que a la detención del asesino se refiere, pero lamentablemente no ha sido así. El desenlace es de lo más precipitado e inverosímil, más propio de un escritor novel que de la pluma de un escritor consagrado como J. M. Guelbenzu.

Tanto detrimento de la intriga en beneficio del perfil psicológico de los personajes redunda en el lucimiento del personaje de Mariana, que se enfrenta a un gran dilema moral al no saber para dónde inclinar la balanza de la justicia, preguntándose si es ético y profesional que un juez mienta en el ejercicio de su profesión con el fin de evitar un mal mayor que afecta a un inocente o si, por el contrario, el imperio de la Ley está por encima de cualquier cuestión ética o moral, afecte a quien afecte. Mariana se hace cercana, empatizas profundamente con sus sentimientos y entiendes su postura y sus dudas. Los que hasta el momento pudieran no empatizar con Mariana seguro que ahora lo harán, tanto que leyendo el libro me he preguntado en más de una ocasión si no nos iría mejor si hubiera en el mundo de la justicia más Marianas de Marco. Y la respuesta sin duda es que sí. Razonables y correctas son por tanto las disquisiciones de la juez con respecto a la resolución judicial del caso, pero para muchos serán sin duda inoportunas y demasiado extensas, más propias de otro tipo de novelas, y no le perdonarán a Guelbenzu tal licencia en una novela policiaca.


Los demás personajes están bien perfilados, son perfectamente identificables porque además son pocos y no ocasionan confusión alguna para el lector a la hora de su seguimiento. Me hubiera gustado más protagonismo por parte del inspector Alameda -ese hombre que nunca se quita el abrigo- porque sus apariciones son un soplo de aire fresco en el libro. Los demás: el muerto, el suegro, la hija y la nieta son especialmente interesantes, sobre todo estas dos últimas, con una carga emocional fortísima. El primo de Mariana -un tal Juanín- y un noviete con el que tendrá una relación son más bien de relleno.

Otro punto a favor de la novela es la cuidada información que ofrece al respecto de la instrucción judicial en un caso de asesinato, muy real y veraz. No hay meteduras de pata en ese sentido. Ahí ha sido muy cuidadoso el autor.

J. M. Guelbenzu
No obstante no ser el libro ninguna maravilla y pese a los contras que he apuntado, el libro me ha gustado. Es entretenido y fácil de leer y tengo claro que seguiré leyendo el resto de la saga de Mariana de Marco porque espero que J. M. Guelbenzu me vuelva a sorprender como ya lo hizo con El hermano pequeño.

¿Recomendable?: sí
Tipo de lector: si sólo te va el suspense enrevesado y con muchos giros en la trama, huye de esta novela
Tipo de lectura: fácil, tranquila
Argumento: verosímil, como la vida misma
Personajes: dotados de mucha carga emocional en detrimento de la intriga
Desenlace: precipitado, novelero (en el sentido peyorativo de la palabra)

martes, 18 de octubre de 2011

Sorteo en el blog "Libros que hay que leer"

Concurso en este blog
En el blog "Libros que hay que leer", con motivo de la celebración de sus 100.000 visitas y sus 350 seguidores (casi "ná"), Laky ha decidido hacer, entre otras cosas, un sorteo de dos libros de la escritora Cristina Caviedes. Los libros son:

- Historias de una gaviota

- Jugando con fuego



Yo me he apuntado porque aún no he leído nada de la autora y la verdad es que me apetece. La conozco virtualmente hablando desde hace muy poquito pero me ha causado muy buena impresión.

Las bases para el sorteo las encontraréis en el blog "Libros que hay que leer".

Aquí os dejo el enlace: Sorteo 100.000 visitas


El plazo termina el día 21 de octubre.

¿Os animáis?

lunes, 10 de octubre de 2011

NO ABRAS LOS OJOS


NO ABRAS LOS OJOS
John Verdon
Roca Editorial, 2011

Debo ser de los pocos amantes del género del thriller que aún no ha leído Sé lo que estás pensando. Hace poco menos de un año le regalé ese libro a mi hermana y todavía estoy esperando a que me lo pase. Espero poder hacerlo pronto porque después de leer éste, me he quedado con más ganas de detective Gurney.
No abras los ojos me lo regalé por mi cumpleaños a finales de junio, recién entradito en las librerías, y lo terminé de leer hace casi una semana, pero he estado un poco perezosa para escribir, será por el calor.

Publicista, carpintero, escritor de éxito.
John Verdon se dedicó al mundo de la publicidad hasta que se jubiló en perfectas condiciones físicas con 53 años, esas cosas que parece que sólo pueden hacer los extranjeros, porque aquí en España, si a esa edad estás jubilado, mal asunto.
Cambió las calles de Manhattan por la tranquilidad del campo y se dedicó a hacer muebles hasta que su mujer, que igual ya estaba harta de mesitas de noche, lo animó a escribir, una vocación que Verdon había tenido desde siempre.
Admirador confeso de Reginald Hill, leyó todas sus novelas hasta que creyó estar seguro de haber encontrado la fórmula del éxito. ¡Y vaya si la había encontrado!
Con su primer libro, Sé lo que estás pensando, Verdon fue encumbrado a sus 68 años a la lista de autores más leídos, convirtiéndose su ópera prima en un best seller internacional.
No abras los ojos es su segunda novela.

La vuelta de Dave Gurney.
Ha pasado un año desde que el exdetective de la Policía de Nueva York, Dave Gurney, consiguió atrapar al asesino de los números. Sigue retirado en el campo junto a su esposa Madeleine. Ella está encantada con la tranquila vida que lleva, sus paseos en bicicleta, sus plantas... Dave lo intenta, no quiere defraudar a su mujer, pero su mente inquieta no se lo permite. Para matar el tedio y no desvincularse del todo con su antigua profesión, imparte cursos en la Academia de Policía.
 
Mientras tanto una novia es decapitada durante el banquete de bodas, con cientos de invitados presentes. Todas las pistas apuntan a un jardinero mexicano que trabaja para el marido de la víctima, un reputado psiquiatra que dirige una escuela para chicas con problemas de conducta sexual. Han pasado cuatro meses desde el asesinato y la policía todavía no ha logrado encontrar al jardinero, por lo que la madre de la novia asesinada, Val Perry, una mujer adinerada y con sentimiento de culpabilidad, contrata a Gurney como asesor del caso. A la mujer de Gurney no le gusta la idea y éste se concede un plazo de dos semanas. Si en ese tiempo no ha conseguido nada, dejará el caso.
 
Poco a poco Gurney se va dando cuenta de que nada encaja y de que hay que abrir nuevas vías de investigación, las cuales pondrán en peligro su vida y la de su mujer, al tiempo que va descubriendo una compleja red de negocios sucios y turbulentos. El misterioso jardinero desaparecido, una escuela de chicas conflictivas, una agencia de publicidad bastante irregular, una familia al más puro estilo de la mafia, un millonario coleccionista de arte...

Pero la novia no será la única víctima...

Un matrimonio en crisis.
Como ya he comentado, no he leído Sé lo que estás pensando, con lo que no puedo hablar de la evolución personal de los personajes, pero en No abras los ojos las relaciones del matrimonio Gurney están muy presentes. Verdon detalla perfectamente las complejas relaciones familiares. Que el protagonista del libro y su esposa sean en cierto modo el alter ego del escritor y la suya, sin duda ha tenido mucho que ver en ese acertado análisis que Verdon retrata en el libro; esos problemas, esas crisis y esos silencios que pueden ser el común denominador de muchos matrimonios que a pesar de todo se quieren. Y ese retrato de los personajes supone además un punto a favor en lo que a la cercanía y carisma del detective se refiere.

Una trama demasiado compleja.
El libro comienza, como ya he dicho, con un crimen impactante: la decapitación de una novia el día de su boda. Es evidente que un crimen así despertará la curiosidad del lector, que querrá saber quién lo ha hecho y sobre todo por qué. Sin embargo esto tampoco es nuevo. Este tipo de novelas suelen empezar precisamente así, con el descubrimiento de un atroz asesinato, con lo que el libro arranca con fuerza, pero ya digo, tampoco es nada del otro mundo, no es un principio como por ejemplo el de El psicoanalista que sí me resultó original y poco visto entre el género. Con esto no quiero decir que no me haya gustado el comienzo del libro, muy al contrario, sólo digo que no es nada nuevo un comienzo impactante en este tipo de libros.
 
Con la llegada de Gurney al caso las cosas empezarán a suceder rápidamente. La trama se complicará hasta cotas insospechadas. Al principio todo parece un lío de narices pero las cosas se van conectando hasta converger en un mismo punto. Hay que reconocer que Verdon tiene imaginación porque lo demuestra a cada paso que avanza la historia, complicándose más y más. Desde luego si de algo no se le puede acusar es de aburrir por falta de giros y sorpresas en la trama.
 
Pero tanta complicación también puede ser un arma de doble filo. Es precisamente esa rocambolesca historia la que te engancha pero a la vez que lo hace la consideras poco creíble por inverosímil. Es cierto que las peores historias suceden precisamente en la vida real y algunas cosas del libro son efectivamente reales como la vida misma, como puede ser el abuso sexual en los niños o la existencia de personas y empresas sin escrúpulos, pero que haya tanto loco suelto en el libro a mí me resulta demasiado peliculero, demasiado retorcido, y es precisamente por eso por lo que no califico el libro como un cinco estrellas.
 
Aun así, soy consciente de que a muchos lectores lo que precisamente les gustará más es justamente ese motivo por el que yo le quito una estrella al libro. Al fin y al cabo para gustos nacieron los colores y esto es sólo mi percepción de las cosas, mi humilde opinión, que no tiene por qué coincidir con la de los demás lectores.

Lo mejor.
Lo mejor del libro para mí es sin duda la parte técnica de la investigación, el seguimiento de las pistas, la forma de los interrogatorios..., en general lo tocante a la actuación policial pura y dura, la cual está detallada paso a paso, sin dejar cabos sueltos, gracias en buena parte a los múltiples cuestionamientos que la mente pensante de Gurney se hace. Hay alguna página del libro enterita con interrogantes que a la vez van recordando cosas al lector, -no hay que olvidar que es una trama compleja-, a la vez que asientes con la cabeza diciendo: ¡ahí! ¡ahí!, al reconocer en Gurney planteamientos que al lector ya se le habían pasado por la cabeza. En este aspecto, ya digo, el libro es sublime. Nada se descubre como por arte de magia, los nuevos indicios van surgiendo como producto de una ardua y creíble investigación. Verdon ha sido muy cuidadoso y no se saca nada de la manga, demostrando un profundo conocimiento de la investigación policial, cosa que a mí me gusta mucho.
 
Otro punto a su favor me han parecido los diálogos que mantiene con su colega Jack Hardwick, brillantes y ágiles. Me ha gustado mucho también la parte inicial del libro donde Verdon imparte un curso a un grupo de agentes de la Policía, por amena e interesante.

Lo peor.
En el apartado de la trama ya lo he adelantado. Lo que menos me ha gustado es que la trama me ha parecido demasiado rebuscada, retorcida y rocambolesca. Pese a todo, Verdon se ha esforzado en que parezca creíble dotándola de un móvil verosímil, una justificación tan antigua y humana como la venganza, el condigno castigo que dice el libro.

Conclusión.
El libro tiene todos los ingredientes de un buen thriller: engancha, tiene ritmo, un profundo conocimiento de la investigación policial, un detective carismático y cercano, y giros continuos e inesperados que van encajando poco a poco de forma lógica.
El estilo de escritura de Verdon me ha gustado, no sobran ni faltan páginas en la novela, no hay divagaciones innecesarias ni hechos superfluos para rellenar páginas.
En definitiva, un libro que no defraudará a los amantes del thriller.

Curiosidades.
- Por ahí he leído que el hijo de Verdon es sargento de policía, y no sé si eso tendrá algo que ver con el detallado conocimiento de la investigación policial que demuestra Verdon en el libro, aunque es bastante probable.
- Verdon ya está inmerso en la escritura de su tercer libro que también contará con Dave Gurney como protagonista.
- Fue tan grande en España el éxito de Sé lo que estás pensando que No abras los ojos se ha publicado antes en nuestro país que en Estados Unidos, es decir, que se ha publicado antes su traducción que el original. ¡Verdon nos debe adorar!

viernes, 7 de octubre de 2011

PIRÁMIDE


PIRÁMIDE
Tom Martin
 
Editorial Planeta Internacional
ISBN: 978-84-08-08092-3
Páginas: 352
 
 
 
 
TOM MARTIN, el autor.

Pocos libros he leído donde el apartado dedicado al autor sea tan escaso como éste: "Tom Martin es escritor. Pirámide es su primera novela. Vive en Oxford".

Así. Tal cual. Estilo telegrama.

Dada la nula información, he tratado de obtenerla de internet y me ha sido imposible descubrir nada sobre este autor (por algo será), de manera que poco puedo aportar al respecto.
 

El libro.
En caso de que no regrese.
Eureka
40 10 4 400 30 9 30 70 100 5 200 30 10 40 1 80 5
100 400 40 10 50 10 200 300 100 8 70 9 1 50 300 10
20 800 10 300 10 200 0051172543672.

El profesor Kent, un eminente cartógrafo, es asesinado en el Machu Picchu, pero las autoridades consideran que ha sido un suicidio. Catherine Donovan, una joven catedrática de astrofísica en Oxford y discípula de éste, se niega a aceptar la versión oficial, sobre todo después de recibir, poco después de la muerte del profesor, un extraño paquete que contiene mapas antiguos de incalculable valor junto a una nota en la que aparece la palabra "Eureka".

Para intentar descifrar este enigma, Catherine se embarca con James Rutherford, un erudito inglés amigo de Kent, en una misión que los llevará de Oxford a las antiguas maravillas de Perú y Egipto. Pronto descubrirán que los persigue una misteriosa organización que no se detendrá ante nada para eliminarlos. Catherine y James creen que podrían tener en sus manos la superviviencia del planeta, ya que descubren un mensaje encriptado en el que nuestros antepasados revelaban las claves para evitar que se reproduzca el cataclismo que los destruyó. (Sinopsis editorial.)

Lo que acabo de transcribir es el argumento del libro tal cual viene en la contraportada.

 
Por qué no me ha gustado.

Son muchos los motivos y temo liarme al intentar explicarlos. No obstante haré un sincero esfuerzo teniendo en cuenta mis limitaciones para escribir una opinión literaria, pues lo cierto es que yo sólo puedo tildarme de lectora. Pero lo que sí sé, como todo el mundo, es si un libro me gusta o no me gusta. Y éste no me ha gustado.

Así, a priori, puede parecer que estás ante un Dan Brown: un enigma, un código secreto... Nada más lejos de la realidad. Te puede gustar o no este escritor, pero lo que no se puede discutir es que es un maestro en el arte de enganchar y embaucar al lector. Debe ser que Tom Martin estudió en la escuela de enfrente.

El tema principal de la novela es quizá lo único destacable del libro: una civilización antigua que poseía conocimientos superiores y que fue la artífice de la creación de algunas de las maravillas del mundo antiguo, como pueden ser las pirámides de Egipto. El tema, pese a no ser nuevo (muchos recordaréis esa película de los noventa Stargate) es interesante. Pero no basta tener un tema interesante para escribir una novela. Tienes que saber desarrollarla, sacarle partido. Yo no digo que sea fácil, sin ir más lejos, yo no podría. Pero yo no me presento como escritora y Tom Martin sí lo hace.

El autor se ha documentado sobre uno de los enigmas del pasado y lo ha soltado sin más en el libro, a modo de artículo científico, más propio de una revista especializada que de una novela de ficción. Lo ha puesto en manos de personajes desnudos, sin desarrollar. Les ha dado un nombre y poco más. Resulta imposible empatizar con ninguno de ellos. La ausencia de detalles y descripciones de los personajes hace que resulten inverosímiles, no te los crees, no hay conexión con el lector.

La pareja protagonista resuelve el enigma en un plis-plas, igual que el asesinato de las primeras páginas. ¡Para qué crear suspense y tensión hasta el final, para eso ya está Agatha Christie! Es increíble cómo un libro que tiene como base de fondo la resolución de un enigma y que tiene la osadía de presentarse como un "trepidante thriller" (y no lo digo yo, lo dice la contraportada), no consiga que el lector participe lo más mínimo de su resolución. La pareja lista listísima ya se encarga de ello en menos que canta un gallo.

Las primeras páginas enganchan algo, el libro no despega mal del todo pero no lleva un vuelo regular. El ritmo de la novela brilla por su ausencia, la tensión es nula y página a página se va perdiendo del todo el interés. Ni siquiera la acción propiamente dicha, a manos de lo que a priori pudiera ser atractivo: una sociedad secreta ("La Corporación") con tintes religiosos que opera en la ONU, un senador corrupto, un ruso de pistoletazo fácil..., tiene el arte de atrapar al lector.

No exagero si digo que el libro es soporífero. No recuerdo haber bostezado tanto leyendo un libro como cuando intenté leer La noche de los tiempos, de Muñoz Molina, y me quedé en eso, en el intento. Pero al menos Muñoz Molina tiene una prosa magnífica y es un excelente narrador, lo cual, ni de lejos se puede aplicar al autor de este plomo.

 
Y continuando con el símil aéreo, por llamarlo de alguna manera, el final, en cuanto a la historia de base se refiere, tiene un aterrizaje forzoso, decepcionante (en esto sí es congruente el autor, hay que reconocer que la incoherencia la mantiene hasta el final) y carente de imaginación; y encima, con moralina incluida.

Y qué decir de la sorpresa de la página final. Corín Tellado se queda a la altura del betún en comparación con Tom Martin. Pero lo peor no es que la historia de la pareja lista listísima protagonista acabe de color de rosa, lo peor es que no hay en todo el libro ni una sola insinuación de que entre ellos se estuviera forjando algo más que una estricta relación profesional. ¡Alucinante!

De lo peor que he leído.


PLAGIO MORTAL


PLAGIO MORTAL
Andrew Pyper

Editorial Maeva
1ª Edición, 2010
ISBN: 9788492695157
336 págs


Plagio mortal es un libro que gané a través de un concurso organizado por una conocida revista. Hacían esta pregunta a los lectores: ¿Qué libro os ha emocionado últimamente y por qué? Como la lectura es mi principal vicio confesable, participé contestando con unas pocas líneas y al tiempo me comunicaron que había ganado un libro. No me dijeron cuál, así que mi sorpresa al recibirlo fue mayúscula cuando vi el libro del que os estoy hablando. Y no precisamente porque tuviera pensado comprármelo, ya que -lo confieso- era la primera vez que tenía conocimiento del autor, Andrew Pyper, sino porque era de mi género favorito desde que me recuerdo a los ocho años leyendo a Enid Blyton: el género de suspense, de misterio. Así que deseosa de comenzarlo, aparqué otros que tenía a la espera de ser leídos y empecé con éste.

El título, por lo pronto, ya prometía: Plagio mortal, un título, cuando menos, sugerente.
El libro viene avalado como la "novela seleccionada como thriller del año por el New York Times", según reza su portada.
La contraportada tampoco pintaba nada mal: "Un thriller extraordinario". Independent.
O esta otra crítica también de la contraportada: "Si Andrew Pyper fuera el guionista de nuestras pesadillas colectivas, todos estaríamos soñando y gritando como el narrador de este magnífico thriller". The New York Times Book Review.
 
Pero es sin duda la última frase de la contraportada del libro: "Una novela que hay que leer con las luces encendidas y el cerrojo echado", la que más captó mi atención, y a su vez, la que más indignación me ha causado una vez terminada la lectura del libro.

Argumento:
Ocho años después de la muerte de su esposa, el periodista Patrick Rush aún no ha podido superar esta pérdida y centra toda su atención en el cuidado de su hijo Sam. Como su mayor sueño es convertirse en escritor de éxito, decide dar un giro a su decepcionante vida profesional y unirse a un taller de escritura.

La ciudad de Toronto vive en esos momentos la pesadilla de un misterioso asesino, al que la policía no consigue cazar. Bajo la influencia de este ambiente de miedo colectivo, los miembros del taller empiezan a escribir sus primeros cuentos. Ángela, con sus relatos sobre el Hombre del Saco, un ladrón de niñas con características sospechosamente parecidas a las del auténtico asesino, es la que más éxito tiene y por la que Patrick siente una especial atracción. Poco después, y tras su muerte en un extraño accidente de tráfico, el periodista toma una decisión que tendrá trágicas consecuencias y que provocará que cada vez le cueste más distinguir entre sueños y realidad. Cuando su propio hijo desaparece de repente, su vida se convierte en una auténtica pesadilla.

Opinión:
La trama, bastante original y sugestiva, nos lleva a una especie de juego psicológico donde nada es lo que parece y cada personaje puede ser el asesino, incluido el propio Patrick. Sombras que persiguen a los miembros del grupo, que incluso se cuelan en sus casas, y un ardid de sutilezas psicológicas que a mi entender no pasan de ahí. Sientes una y otra vez, que todo es más de lo mismo. El libro se vuelve, por así decirlo, flojo.

 
Con un principio con gancho -la desaparición de su hijo en un cine a manos de quien el protagonista parece saber su identidad- se retrotrae la historia al pasado y asistimos a la superación de la muerte de la esposa del protagonista, la degradación que sufre en el trabajo, su despido posterior del mismo, el taller de escritura y su consiguiente bloqueo como escritor. Ese cúmulo de circunstancias nos hacen ver a un Patrick perdedor, aburrido de su vida, que siente que no tiene nada que decir y que ahoga su tediosa existencia en el alcohol.

Es en esas circunstancias cuando, tras quedar literalmente atrapado en el relato de una de sus compañeras de círculo, Ángela, y tras la sospechosa muerte de ésta, decide, de manera impulsiva, copiar su historia, cuyo protagonista es el mismísimo Hombre del saco. Se convierte al pronto en un escritor de éxito pero la ilusión le durará poco. Pronto empezará a arrepentirse de haber plagiado la historia de Ángela.

Interesantísima trama que, sin embargo no responde a las expectativas del libro, o al menos a las que yo tenía del mismo, a la vista sobre todo, de los titulares que acompañan su portada y contraportada.


¿Thriller, suspense?...
Si nos atenemos a su definición -"recurso que tiene como principal objeto mantener al lector a la 'expectativa', generalmente en un estado de 'tensión', de lo que pueda ocurrirle a los personajes, y por lo tanto atento al desarrollo del conflicto o nudo de la narración"-, este libro no es un thriller muy a pesar de lo que diga el New York Times.

 
Ni me ha enganchado ni me ha mantenido en estado de tensión. Es más, he tenido que releer más de una página al darme cuenta de que no me había enterado de nada, no por lo complicado de la trama, sino porque mi mente había volado hacia otros lugares. Una buena novela, y mucho más una buena novela de suspense, en absoluto puede permitirse esa licencia, ya que de lo contrario pierde el fin para el que ha sido escrita. El lector se ha de sentir atrapado por la historia, deseoso de tener un rato libre para retomar la lectura. Plagio mortal dista mucho de ello.


Ni qué decir tiene que la frase que menciono al principio -"una novela que hay que leer con las luces encendidas y el cerrojo echado"- es pura ciencia ficción (por ser condescendiente con el comentario), a menos, claro esté, que uno tenga ocho años como el hijo del protagonista.

Nota: Un 5 peladito. Lo salva la originalidad inicial de la historia y la página final -demasiado tarde para enmendar el libro- así como lo relacionado con la vida privada del protagonista. Sin embargo, está muy lejos de cumplir las expectativas del género.


jueves, 6 de octubre de 2011

LA ABADÍA DE LOS CRÍMENES

LA ABADÍA DE LOS CRÍMENES
Antonio Gómez Rufo
Planeta, 2011

Lo reconozco. Me compré esta novela por los paralelismos que a priori presenta con El nombre de la rosa y es que es algo que no puedo evitar y que he hecho en más de una ocasión, y pese a que en la mayoría de las veces la comparación ha sido pura utopía, he vuelto a pecar.

Antonio Gómez Rufo.
Madrileño de nacimiento y vocación, ha declarado que escribe desde las once de la noche a las seis de la madrugada y revisa el primer borrador siempre nueve veces (manías de escritor). Este conocido y reconocido autor estudió Derecho y Criminología. Su dedicación a la abogacía fue sin embargo muy breve pues pronto sintió la llamada de la creación literaria. La política ha sido otra de las constantes de su vida y estuvo muy vinculado a D. Enrique Tierno Galván en diversas actividades.
Su obra literaria abarca prácticamente todos los géneros de la literatura. Ha escrito obras de teatro, ensayo, biografías, relatos cortos, artículos de prensa y novelas. También ha escrito guiones para películas y series de televisión.
Autor de una veintena de novelas, destacan entre otras, El secreto del rey cautivo por el que recibió el Premio Fernando Lara de Novela, Las lágrimas de Henan, El alma de los peces o La noche del tamarindo.
Algunas de sus obras han sido traducidas a varios idiomas y ha sido galardonado en diversas ocasiones. De su faceta como ensayista sobresale su Carta a un amigo en referencia a Don Enrique Tierno Galván.
Mención especial merecen sus Biografías sobre Marx y Luis García Berlanga.
La abadía de los crímenes es su última novela.

Argumento.
Corre el año del Señor de 1229 cuando una oleada de crímenes en la abadía catalana de San Benito causa honda inquietud en la Corona de Aragón. Varias novicias del primer convento femenino del reino han aparecido asesinadas. Para esclarecer estas muertes, el rey don Jaime I inicia personalmente la investigación con la ayuda de la sagaz Constanza, una singular monja navarra. (Sinopsis extraída de la contraportada).

Personajes principales.
REY DON JAIME I DE ARAGÓN. Lleva el peso de la novela. Es el protagonista absoluto. En el libro se retrata su vertiente más personal y desconocida, no centrándose tanto en sus hazañas guerreras, sino en su faceta más humana, sus amores y desamores, su desgraciada infancia y su voluntad de afianzar la cristiandad por encima de todo. Al principio de la novela se muestra arisco, arrogante, desdeñoso (sobre todo con su esposa), frío y calculador. Poco a poco el personaje se va humanizando. Pese a su juventud, es extremadamente ingenioso y agudo y sus diálogos rezuman sabiduría.
CONSTANZA DE JESÚS. Es una monja navarra procedente del monasterio de Santa María de la Caridad en Tulebras, un poco gruesa pero ágil, de cierta edad, con un peculiar tic que la lleva a rascarse la piel aunque no le pique. Es afable, poco ortodoxa y está dotada de un gran sentido del humor además de poseer un olfato de sabueso que hará que el Rey la requiera para desentrañar los misterios que se esconden tras los muros de la abadía.
DOÑA INÉS DE OSONA. Abadesa del monasterio de San Benito, primer cenobio femenino con amplios privilegios históricos, el cual dirige con mano dura. Mujer de fuerte carácter, se enfrentará en más de una ocasión al mismísimo Rey. Su fanatismo la llevará a acometer los actos más deleznables. Es el personaje más oscuro de la novela.
DOÑA LEONOR DE CASTILLA. Esposa enamorada y no correspondida, mata las horas muertas y su dolor en sus labores de costura. Su mayor desahogo son las charlas que mantiene con sus damas de corte. Es un personaje de carácter noble, de una gran lealtad y un fuerte sentido de la amistad.
VIOLANTE DE HUNGRÍA. Bajo la apariencia infantil de esta dama de doña Leonor, se esconde una mujer con un firme y oculto propósito que intentará conseguir desplegando para ello todas sus artes amatorias.

La negación de lo evidente.
En más de una entrevista, al ser preguntado por el paralelismo entre La abadía de los crímenes y El nombre de la rosa, Gómez Rufo ha declarado que nunca pensó en el libro de Umberto Eco mientras escribía el suyo, insistiendo en que los parecidos los han encontrados otros, no así él.
No deja de sorprenderme dicha afirmación por cuanto en la propia contraportada del libro figura lo siguiente: Si desde El nombre de la rosa el lector esperaba una novela que se adentrara en la historia a través de una investigación criminal, en La abadía de los crímenes encontrará además una mirada irónica sobre la España actual.
Es evidente que Gómez Rufo asume dicha comparación pues es de suponer que de lo contrario no habría permitido que semejante comentario figurase en la mismísima contraportada de su libro. Y es que, seamos realistas, una abadía, unos crímenes, y una monja sagaz llamada para desentrañar el misterio..., y todo ello dentro de un marco histórico... ¿Es baladí la comparación?
En la página web del autor figuran diversas entrevistas y chats con los lectores y en muchas ocasiones es el propio Gómez Rufo el que contesta sacando a colación el libro de Umberto Eco.
Pero hay más. Umberto Eco ha reconocido en numerosas ocasiones que el título provisional de El nombre de la rosa era La abadía del crimen. ¿Es posible que Gómez Rufo desconociera este hecho? No lo creo. No entiendo que por un lado se beneficie de dicha comparación (yo misma compré este libro por dicho motivo) y por el otro trate de negar la evidencia.

Novela intergenérica.
Así define el propio autor a La abadía de los crímenes.
Es una mezcla de novela histórica, con tintes detectivescos y una historia de amor donde caben más de dos. Yo añadiría uno que a priori pueda parecer secundario pero que entiendo es el pilar de toda la novela, el tema político en lo tocante a los nacionalismos, y si es necesario especificar más, el nacionalismo catalán, y es a ese nacionalismo al que se refiere el texto de la contraportada al decir lo de una mirada irónica sobre la España actual.
(...)
me preocupa la insistencia de los nobles catalanes en pedirme cuentas, en medirlo todo en dineros y en buscar cada vez más poder en menoscabo del poder de la Corona. (pág. 88)

Mi valoración del libro.
Pese a tener todos los ingredientes para ser una buena novela, lo cierto es que me ha gustado pero no me ha encantado. La mezcolanza de géneros me da la sensación de que no tiene cabida en escasas 390 páginas. La sensación que me queda es que todas las historias se quedan a medio cocer, como si les faltara un hervor.
La trama histórica se queda, a mi parecer, corta. Hubiera preferido que se adentrara más en ella, o bien haciendo un libro más extenso, o bien suprimiendo muchas de las conversaciones sobre cotilleos y amoríos de la reina con sus damas de corte.
Personalmente he echado en falta alguna referencia al final del libro sobre lo que es real y lo que es mera ficción, como por ejemplo si existió o no el convento en el que se sitúa la novela, (ahora sé las respuestas, pero porque las he buscado en internet), o si el rey don Jaime era tan ingenioso y poseía ese sentido del humor tan socarrón o es pura inventiva para acercarnos su vertiente más humana.
Me ha sorprendido también que después de dos años de documentación histórica (según declaraciones de Gómez Rufo) no se mencione en el libro la bibliografía en la que se ha documentado.

La trama detectivesca se me ha quedado igualmente corta. Tiene un inicio sabrosísimo que va decayendo y cuya resolución se ve venir a leguas, por lo que el ritmo y la tensión se pierden a ratos.
El personaje que se hace más interesante es sin duda el del Rey, cargado de frases acertadísimas, ingeniosas y audaces. Su sentido del humor también es destacable y te arranca más de sonrisa y alguna que otra carcajada.
La versión femenina del Guillermo de Baskerville, se queda también corta. Esperas una Constanza de Jesús más carismática con la que empatizar rápidamente y sin embargo yo no lo he conseguido. Es cierto que es un personaje peculiar, perspicaz y alejado de los rígidos protocolos que regían la vida monacal, pero no pasa de ahí.

Por lo demás el libro entretiene y es fácil y ameno de leer (salvo alguna escena con un perro que se me ha hecho repugnante). ¿Recomendable? Pues sí y no. Sí para los que busquen una novela bien escrita, con una prosa de calidad, frases lapidarias y entretenimiento sin más, y no para los que busquen una novela de ritmo frenético que te mantenga en tensión, ni para los amantes de la novela histórica más profunda.
A quienes tengo claro que no les dejará indiferentes el libro es sin lugar a dudas a los nacionalistas catalanes, pero no digo más para no destripar.
Lo mejor del libro, sin duda, la prosa de Gómez Rufo, especialmente los diálogos, cargados de ironía, ingenio y sentido del humor. Ahí va un ejemplo:

- ¿No os importa quedaros sin camarera a vuestro servicio, señor? - preguntó con malicia la reina. (La reina se está refiriendo a que su dama de corte, la princesa Violante de Hungría, debe regresar con ella a palacio quedando el rey sólo en el convento)
- De ningún modo - respondió con la misma malicia don Jaime -. Ardo en deseos de que la conozcáis mejor. Algún día será la reina.
- Ya - se rindió doña Leonor-. Lo comprendo.
- De Hungría - aclaró el rey, sonriendo mientras se doblaba en una reverencia exagerada a su esposa.
(pág. 310)



Una curiosidad: Constanza de Jesús aparece en una escena de la novela mojando picatostes en chocolate (pág. 168)

¿Pequeño gazapo histórico gastronómico?

SORTEO DEL LIBRO DE PAUL HARPER, PERTURBADO


¡Hola a tod@s!

He pensado que qué mejor manera de dar a conocer este recién nacido blog literario que regalando un libro. Es una novedad de septiembre de este año de Roca Editorial. Se trata del thriller "Perturbado", de Paul Harper, y es de los que enganchan desde la primera página. Si estáis interesados en participar sólo tenéis que cumplir estos requisitos:

           1.- Tener una dirección postal en España (lo siento pero tanto el libro como los gastos de envío salen de mi bolsillo).

           2.- Ser seguidor del blog (mi intención es conocer gente con la que compartir mi gusto por la lectura).

           3.- Escribir un comentario en esta entrada diciendo que queréis participar en el sorteo, y por qué os interesa el libro.

Iré asignando un número a cada participante por estricto orden de peticiones (el primero en apuntarse tendrá el número 1, el segundo el 2...), fácil, ¿no?

Podréis participar hasta el día 5/11/2011. El sorteo se celebrará mediante programa informático (sin trampa ni cartón) el día 06/11/2011.

¿A qué estás esperando? Participa ya y dame una alegría.


                                                         

EL JUEGO DE LOS HEREJES



EL JUEGO DE LOS HEREJES
César Mallorquí
Espasa, 2010

Hace un par de años leí un libro de César Mallorquí que me dejó un buen sabor de boca. Se llamaba El juego de Caín y lo que más me sorprendió del libro fueron los personajes, capitaneados por una detective privada, Carmen Hidalgo, que se pirraba por los zapatos de marca. Luego, con tantas lecturas, me olvidé un poco de esa detective tan particular hasta que hace poco supe que el año pasado había salido a la venta el segundo libro que tenía también como protagonista a Carmen Hidalgo y recordé lo mucho que disfruté con la lectura del primero. Lo busqué y en Fnac encontré la edición de Espasa a 5,95 €, más barato que los libros de bolsillo, con lo que evidentemente me lo compré, aunque de ser más caro también lo habría hecho.

César Mallorquí.
A César Mallorquí lo conoceréis los seguidores de la literatura de ciencia ficción, y seguramente los lectores más jóvenes, pues es en estos géneros donde más se ha prodigado este autor y por los que ha recibido numerosos premios. A otros os sonará su apellido, y es que César Mallorquí es hijo de José Mallorquí, el creador del célebre personaje El Coyote.
No voy a extenderme con la vida y milagros del autor pero sí quiero señalar que en la ficha sobre César Mallorquí que trae el libro, pone que dejó de fumar en 1986, así, como quien no quiere la cosa, entre su currículum; lo cual, si bien al principio me sorprendió, una vez que lees sus libros, al menos los de esta saga, entiendes que tal reseña sobre el autor te está adelantando lo que vas a encontrar en el libro: mucho humor e ironía.
Como decía, en 2008 César Mallorquí dio a luz a una detective privada muy particular en su novela El juego de Caín, un libro que se aleja de la literatura que hasta entonces había escrito y que está dirigido, por así decirlo, a un público más adulto.
El juego de los herejes es la segunda novela protagonizada por la detective Carmen Hidalgo.

Argumento.
Hace dos mil años, un grupo de hombres llamados Los Preservadores dedicaron sus vidas a denunciar una mentira, el mayor engaño de la historia de la humanidad. A causa de ello, fueron perseguidos, viéndose obligados a ocultarse y a mantener en secreto la verdad. A partir de entonces, ellos y sus descendientes sufrieron un mortal acoso cuyo único objetivo era hacerles desaparecer de la faz de la tierra. Y sus enemigos casi lo consiguieron. Casi...
Veinte siglos más tarde, la investigadora Carmen Hidalgo recibe el encargo de buscar a Sebastián Gálvez, un escritor especializado en ensayos sensacionalistas sobre "historia paralela" que ha desaparecido sin dejar rastro. No obstante, su verdadera misión es encontrar el Legado Mandeo, un valioso documento que, al parecer, contiene una extraordinaria revelación. O quizá no.
En el curso de la investigación, Carmen, ayudada por un extravagante arqueólogo y por un perturbado asesino a sueldo, se ve envuelta en una compleja trama sembrada de cadáveres.
Finalmente, tras sobrevivir a un laberíntico juego de engaños, trampas y fingimientos, Carmen descubre la naturaleza de un secreto por el que muchos estarían dispuestos a matar o morir. (Sinopsis extraída de la contraportada).


La detective que calza Manolos.
Ya os he comentado que Carmen Hidalgo es una detective privada un tanto peculiar. Tiene fijación, como muchas mujeres, por los zapatos, sobre todo por los de marca. Vamos, que es una especie de Carrie Bradshaw en ese sentido. Carmen tiene treinta y tantos años, estudió Derecho pero apenas ejerció porque se casó muy joven con un expolicía con quien montó una pequeña agencia de detectives. El marido le salió rana y la estafó dejándola con un montón de deudas. Carmen tratará de sacar la agencia adelante con la ayuda de un exladrón, otro personaje de lo más peliagudo, que siempre tiene en la boca alguna cita famosa. Esta detective no lleva armas ni sabe artes marciales, pero, ¡ni falta que le hace!, porque para eso ya está Ángel, una especie de guardaespaldas piradísimo. Lo que sí tiene Carmen es un instinto especial (por algo es detective) y mucho tesón y fuerza de voluntad para llegar al fondo del asunto (algo obvio, por otra parte). Carmen es ahora una mujer independiente que ha iniciado una nueva relación amorosa que se verá algo perjudicada por culpa de su intensa dedicación al trabajo. Sí, aquí el hombre es el sufridor. ¡Ah, y no puedo olvidar a su familia!, porque, ¡por Dios!, qué familia la de esta mujer. Vamos a ella.


Una familia almodovariana.
Así describe el propio autor a la vastísima familia de Carmen, y cuando te lees sus libros es precisamente esa comparación la que te viene a la cabeza. Tiene una madre metomentodo que bien podría ser la Chus Lampreave más almodovariana o una Beatriz Carvajal en Los misterios de Laura. Tiene además un montón de hermanos, primos, tíos, cuñados, sobrinos, novios de sus primas... Y claro, con tanta gente en la familia, siempre va a haber alguien a quien echar mano para algún asuntillo de la agencia. En este libro cobra especial protagonismo una hermana de Carmen, muy guapa pero de lo más mojigata, que por una infidelidad de su marido pasa de numeraria del Opus Dei a atea en un abrir y cerrar de ojos, y un primo recién ingresado en la familia de Carmen y con el que vivirá las situaciones más peligrosas e inverosímiles. No puedo olvidar a su prima Violeta, una hacker obesa que apenas sale de su casa.

Ocasionalmente también echa mano de un amigo policía que le debe varios favores a Carmen. Y luego está el guardaespaldas que os he comentado antes, un tipo loco perdido que profesa a Carmen una devoción sin límites y que no duda en cargarse al que sea si ella está en peligro.


La trama: un Código Da Vinci con mucho humor.
La aparición de un manuscrito, un legado, una secta, un secreto que de hacerse público haría que cimbreasen los mismísimos muros del Vaticano, varios fiambres... ¿Os suena de algo?
En el propio libro, más de una vez, César Mallorquí hace un guiño irónico al libro de Dan Brown en palabras de algunos personajes:

- Ay, señor, señor... -murmuró-; cuánto daño ha hecho El código Da Vinci a la cultura popular. (pg. 321)

Cierto que el tema, a priori, resulta demasiado visto, pero tampoco se tiene que declinar la lectura de un libro sin más por el mero hecho de que trate sobre un tema ya visto. ¿Acaso dejamos de ver películas sobre la Guerra Civil, la del Vietnam o la II Guerra Mundial por el hecho de haber visto ya muchas?

Todo depende del enfoque con que estén hechas o de la calidad de las mismas. Lo mismo tiene que aplicarse a la literatura. Si un libro es bueno o está escrito desde una perspectiva diferente no se debería echar en el olvido simplemente por ese motivo, y es que, además, siempre se puede descubrir algo nuevo, o si es algo que ya sabías, verlo con otros ojos. Y desde luego algunas cosas del libro darán que pensar a más de uno.
Además, César Mallorquí se ha documentado sobradamente para escribir esta novela, cosa que se evidencia con la simple lectura del libro y que además explica en una Nota al final del mismo.

Pero independientemente de eso, es que si cabe, el libro engancha más por los personajes que por los misterios o los enigmas, engancha por su comicidad y por las risas que sabes que seguro te perderías si abandonaras su lectura.


¿Por qué lo recomiendo?
Pues creo que lo he dejado muy claro. Porque a pesar de tener una trama un poco vista y situaciones un tanto inverosímiles, es un thriller diferente, entretenido, con mucha frescura, lleno de situaciones cercanas y cotidianas que se entremezclan con la acción y el suspense propios de un trhiller, resultando un híbrido muy humorístico que hace que se pasen muy buenos ratos. Y además está bien escrito porque César Mallorquí es un gran narrador.


César Mallorquí

Consejo: No obstante y pese a que yo no soy cumplidora de esa norma -aunque en este caso sí lo he sido- recomiendo a los que estéis interesados en esta saga de César Mallorquí empezar por el primero de los libros, El juego de Caín, que tiene todas las características de éste en cuanto a humor, ironía, frescura y agilidad pero que tiene una trama más original, y además será más fácil empatizar y conocer desde el principio a estos personajes tan singulares y en especial a esta detective tan de andar por casa, pero eso sí, subida en unos altísimos Manolos.







miércoles, 5 de octubre de 2011

LA CHICA DE AL LADO



LA CHICA DE AL LADO
(The Girl Next Door)
Jack Ketchum
La Factoría de Ideas, 2006


¿Crees saber lo que es el dolor?
¡Habla con mi segunda mujer. Ella lo sabe. O cree saberlo!
Cuenta que, una vez, cuando tenía diecinueve o veinte años, se interpuso entre una pareja de gatos que se peleaban (su gato y el de un vecino) y que uno de ellos fue hacia ella, trepó por su cuerpo como si fuera un árbol, y le dejó heridas en las caderas, los pechos y la tripa que todavía pueden verse hoy en día. La asustó tanto que cayó sobre el Hoosier de principios de siglo de su madre, y al hacerlo rompió su mejor figura de porcelana y se dejó un arañazo de quince centímetros en las costillas, mientras el gato, una masa de dientes y garras y furia ciega, descendía por ella. Creo que me dijo que le dieron treinta y seis puntos. Y tuvo fiebre durante varios días.
¡Mi segunda mujer dice que eso es dolor!
Esa tía no sabe una mierda.

Este es el principio de La chica de al lado y resume a mi modo de ver de forma muy clarita tanto el estilo del autor como lo que te vas a encontrar en las páginas siguientes.

Jack Ketchum.
Stephen King ha dicho de él que es el hombre que más miedo da en Estados Unidos (www.jackketchum.net).
 
Bajo el pseudónimo de Jack Ketchum se esconde Dallas William Mayr. Nació en New Jersey en 1.964. Actualmente vive en New York.
Pronto se aficionó al terror, convirtiendo a Frankenstein y Drácula en sus libros de cabecera. Comenzó escribiendo poesía, relatos cortos y obras teatrales en las que también actuaba y cantaba. Fue profesor, activista político, publicista, crítico de teatro y agente literario, entre otros, de Henry Miller. Su primera novela, Off Season, fue duramente criticada por el periódico neoyorkino "The Village Voice" y por algunos sectores que consideraron su contenido demasiado brutal y explícito.
En una ocasión dijo en una entrevista que su escritor de terror favorito era Herman Melville, refiriéndose a su libro Moby Dick.
Ha recibido 4 premios Bram Stoker por The Box, Gone, Peaceble Kingdom y Closing Time y ha sido nominado a otros dos por Right to Life y The Lost.
Algunos de sus libros han sido llevados al cine, como The Lost, Red y The Girl Next Door.
Que yo sepa, traducidas al español tiene sólo dos novelas más: Al otro lado del río (Ediciones El Andén, 2008) y Al acecho (JP Libros, 2009).
 
Argumento.
David tiene cuarenta y un años y dos matrimonios a sus espaldas. A punto de entrar en el tercero, hace una especie de repaso a su vida para narrarnos a continuación la dura experiencia que sufrió cuando tenía doce años.

Y nada ha ido bien en mi vida desde el verano de 1958, cuando Ruth y Donny y Willie y los demás conocimos a Meg Loughlin y a su hermana Susan (pág. 10).

Corre el año 1958. Es un verano duro para David. La separación de sus padres parece inminente y la relación con ellos se está desgastando. David se refugia en su particular grupo de amigos, todos niños rondando la adolescencia. Van al río a pescar cangrejos, hablan de sus revistas favoritas y tienen un entretenimiento bastante peculiar al que ellos llaman "el comando" o simplemente "el juego".
Todo cambia cuando Meg y Susan, tras quedar huérfanas por culpa de un accidente, quedan al cargo de una tía lejana, Ruth, la madre de Donny, Willie y "Ladrador", los amigos de David.
Meg es una chica de quince años "más bonita que Natalie Wood" y con una fuerte personalidad que hace que David se sienta irremediablemente atraído hacia ella.
Ruth es una mujer resentida que fue abandonada por su marido y cuya única preocupación es que la manutención de sus hijos llegue a tiempo. Fumadora empedernida, siente predilección por David y a David le gusta eso. Para él, que cada vez está más alejado de sus padres, Ruth es fantástica. Les deja beber cerveza y hacer cosas que no dejan hacer las otras madres.
Pero la llegada de las hermanas sacará a la luz a la verdadera Ruth y David asistirá a esa monstruosa transformación por demasiado tiempo desde la pasividad de un mero espectador, debatiéndose entre lo que no puede dejar de ver y lo que realmente debería hacer.

Una locura que está transmitiendo a su familia, y finalmente, al barrio entero.

Mi opinión sobre el libro.

Pese a que Jack Ketchum es un autor del género del terror yo no calificaría este libro dentro de ese género, este libro es un auténtico drama.
Aquí no hay vampiros, ni zombis, ni espíritus ni caníbales. Aquí dan más miedo los vivos que los muertos. Da miedo la locura y más miedo aún la facilidad con la que ésta se propaga cuando los receptores son todos niños, a la vez víctimas y verdugos, todos guiados por una mujer que paga sus frustraciones con una niña de quince años, escudada y arropada por ese pequeño ejército, ese especial "comando". Ahí radica el verdadero horror de este libro.

No es un libro agradable de leer, yo he tenido palpitaciones desde la primera página. Aun así y pese a que sabes que va a pasar algo gordo -la crueldad propiamente dicha no empieza hasta bien entrado el libro- se puede leer porque está bien escrito. Demasiado bien escrito.
No creo que esta historia hubiera encontrado mejor pluma que la de Jack Ketchum. Es impresionante cómo narra y describe desde las situaciones más banales y costumbristas, introduciendo datos de la época, nombres de artistas, revistas..., hasta las más desagradables. Todo está retratado de forma sumamente realista y la narración en primera persona ha sido un tremendo acierto para conseguirlo. Utiliza un estilo directo, con muchísimos diálogos y frases cortas pero contundentes, auténticos balazos emocionales. Jack Ketchum va directo al grano, casi no puedes respirar mientras lees el libro, salvo algunas excepciones que se agradecen, aunque las palpitaciones siguen ahí porque sabes que lo siguiente puede ser aún peor.

Quiero dejar claro que no me va el morbo, ni la casquería fina, ni el gore, ni nada por el estilo. En este libro yo no he encontrado eso. Es terrible, claro que sí, pero es terrible porque cuenta una historia terrible. Sin embargo no se regodea en las escenas más duras, las narra pero no se divierte adornándolas hasta hacerlas macabras.
Después de leer este libro no puedo más que pensar que Jack Ketchum es un claro exponente de lo que supone ser un buen escritor. Pocos libros me he encontrado -y he leído unos cuantos- que buceen de esta forma y con la misma maestría tanto en lo físico como en lo psicológico.
Casi todos los libros suelen tener algún pero y éste no se escapa. Sin embargo los fallos que yo he encontrado salta a la vista que no se deben al autor. No sé si será por ahorrar costes pero algo ha fallado en el proceso de edición del libro, probablemente un buen corrector de ortografía, porque faltan muchos acentos y algunas consonantes (en una página del libro en lugar de cosa pone osa) pero como he dicho, se nota perfectamente que no son fallos debidos al autor.
Aun a sabiendas de que este tipo de historias no son del gusto de todo el mundo, no puedo dejar de recomendarlo.

Contiene Spoilers.
Buscando información en Internet sobre la película La red social di con "El rincón de Carlos del Río" (http://www.elrincondecarlosdelrio.com/) y así conocí a este autor y conocí este libro puesto que no soy seguidora de la literatura de terror y a lo más que he llegado ha sido a Poe, Lovecraft y algún que otro Stephen King cuando era más joven.
La crítica que sobre este libro hizo Carlos del Río (quien por cierto escribe muy bien, a pesar de que no estoy nada de acuerdo con la valoración que le da a La red social) despertó mi curiosidad y me dije ¿por qué no? Así que me fui a la biblioteca y lo saqué. Por cierto, he buceado un poco por Internet y es prácticamente imposible comprarlo, figura siempre como descatalogado.
Cuando empecé a leerlo sentí que había cosas que me sonaban y eso que todavía no había llegado a la parte más dura (esa sí la hubiera recordado enseguida); eran más bien percepciones, sensaciones y descripciones, y fue entonces cuando caí en la cuenta: ¡Joder! (perdonadme el taco pero fue tal cual) ¡No me lo puedo creer! A punto estuve de devolver el libro.
Me estoy refiriendo a una película que vi hará un par de años, An american crime, que está basada en la historia real más desgraciada y más triste que nadie en su sano juicio se pueda imaginar, la historia de Sylvia Likens. Y la Sylvia Likens de la película es la Meg de La chica de al lado.
Prácticamente al final del libro (páginas 290 a 294) hay una Nota del Autor en la que cuenta cómo al conocer la historia de Sylvia se obsesionó con la misma y decidió escribir el libro. Ketchum se toma algunas licencias con respecto a la historia real: cambia los nombres, el lugar, el tiempo y el desenlace de algunos de los personajes más importantes.
La película que yo vi, An american Crime, es más fiel a la historia real de Sylvia en ese sentido y no tiene nada que ver con la película The Girl Next Door que sí está basada en el libro de Ketchum. Y ésta sí que no la pienso ver porque, por lo que he leído, me temo que será bastante más explícita que la otra.
Ahora que sabéis de qué va realmente el libro muchos os echaréis para atrás y no lo querréis leer; aun así lo recomiendo y aseguro que no es más duro de leer que meterse en la página de Internet de Sylvia Likens.


An american crime

Y estoy escribiendo esto para ti, Ruth. Porque, en realidad, nunca llegué a pagarte.
Así que aquí está mi cheque. Caducado y al descubierto.
Cóbralo en el infierno.
(pg. 18)